Una experiencia más de Amigo Árbol, en esta ocasión pudiera parecer que más alejada de los contenidos escolares. Si fuera así habríamos conseguido el objetivo, hemos pretendido tan solo fabricar ilusión por medio de las cosas sencillas, de las habituales, de las que nos rodean. Esas que por cotidianas tantas veces nos pasan desapercibidas.
Por eso quisimos parar, coger aire, llenar los pulmones y apreciar los pequeños gestos que nos hacen sentir bien. Quisimos convertir la vida en la escuela en sorpresas sin lazo, pequeñas y grandes a la vez.
Conexión. Ventana al mundo.
No ha habido salida a un parque como inicio del trabajo. Esta vez los intereses estaban dentro. Encontrarlos tan solo consistía en revelarles a los alumnos su gran capacidad para generar ilusión.
Este ha sido el punto de partida, encontrar el botón de parar para deleitarnos con el potencial emocional que nuestros pequeños esfuerzos en el aula despiertan en las personas que nos rodean. Actos que se miden con el metro de la rutina escolar pueden trocar en chispas de conexión. El vehículo, la intención de llegar a otros corazones.
Armados con lo que es tentación insoslayable en Infantil, el agua, el papel, la pintura, la música, el movimiento… han fabricado sin cesar. Ahora corazones de seda, luego de sal, también de ceras derretidas (cómo no con tanto afecto), purpurinas, tubos, todo sirve si pones imaginación.
Lo sabían, su obra, sus criaturas plásticas, tenían destinatarios. Iban directas a los hogares. Envueltas como merecen, para hacer más duradera la fascinación. Cada paquetito contenía un corazón. Los niños lo sabían, sí. Ellos eran los artífices. Podían cambiar el estado de ánimo de la persona a la que lo entregaran. Tan solo un gesto. Mucha fuerza, la de la ilusión.
Pienso en ti. Participación del experto.
En el foro de la escuela, ese rincón en las redes sociales que nos une para tantas cosas, que nos ayuda a ser cómplices y aliados en la empresa grande la educación, se ha ido haciendo un álbum. Se llama «Ilusión».
A medida que los corazones iban llegando a las casas, cada familia fotografiaba el instante. El objetivo, alentar la generosidad compartiendo la dicha del momento. Nunca imaginé que los resultados fueran tan impactantes.
El muro se llenó de escenas cálidas, niños en pijama, caras de atención y asombro, manos que arropan, gestos llenos de sensibilidad. La escuela se había metido en el corazón de los hogares.
Para que también vosotros podías disfrutar, en el Lino una muestra de ese álbum, detrás de cada foto una experiencia de vinculación y afecto. Los niños creadores de sentimientos.
Hay muchos motivos para sentirse bien y en el aula también hemos trabajado un árbol lleno de ellos. Poner nombre, tomar conciencia de lo que nos emociona, es el otro lenguaje materno que todos deberíamos dominar. Así, poco a poco, con presencia, con coherencia, sintonizando con lo que sienten, hemos ido aprendiendo abedecedario de la alegría. Un póster interactivo para cuando decidáis parar y atender a vuestros corazones…
Con el cuerpo, con la mente, con el corazón. Escuela laboratorio.
No han trabajado solo los chicos, escuela enREDada no sabe de hacerlo de otra manera que no sea en comunidad. Los padres, como siempre, invitados a aportar. Hace ya mucho que renunciamos a los temores y la costumbre irreflexiva de no hacer transparente la labor de la escuela. Las familias no solo pueden saber, deben conocer qué y cómo se aprende en el aula. Buscamos los nexos porque ellos nos traen la coherencia, a todas luces indispensable, para que un niño de Infantil sienta la confianza, la seguridad y la cercanía de todos aquellos que somos agentes educativos. Estas relaciones son absolutamente necesarias para cualquiera de nuestros pequeños para sobrevivir, aprender, trabajar, amar… son el sostén emocional, alimento de maduración y desarrollo.
Una cita y una sala, muchas ganas de compartir. Tijeras, papeles, otra vez tubos y ya sabéis, todos a fabricar corazón. No podía ser de otra manera, muy grande.
Y no se queda ahí el enREDo, en estas fechas rendimos homenaje a aquellos que no tienen un rol tan visible y que sin embargo es destacado en los núcleos familiares, los abuelos. A ellos también les hemos pedido presencia, calor y su porción de ilusión. Un bus lleno de corazones agitados rumbo a lo que es nuestro espacio natural en Amigo Árbol, y en esta ocasión, broche de la experiencia, un parque, el Juan Pablo II.
Quiso acompañar el tiempo y pequeños y grandes, con rayos de sol y dados de la mano, paseamos, cantamos, bailamos y abrimos más paquetes fabricados por los niños. De nuevo las caras que se iluminan. Hace falta muy poco para que la emoción de los abuelos aflore, la sonrisa y el ofrecimiento de un niño es suficiente.
Evaluación.
Comenzaba diciendo que este no ha sido un Amigo Árbol tan escolar y sin embargo creo profundamente que es muy escolar porque se ha nutrido de la vida y ha dado vida.
Los niños han tenido la oportunidad de ejercitar destrezas sin fin, también de pulir habilidades, los procesos mentales han ido tomando su curso a medida que las actividades requerían el funcionamiento de unos u otros.
Quizás a reseñar ese botón de pausa que a pesar de lo raudo de las imágenes se encontró en la motivación por saborear sensaciones y sentimientos. La parte olvidada del aprendizaje pero que sin ella no es tal, no es integral.
Así fue, así os lo he contado, así lo hemos vivido… con ilusión, camino de vuestro corazón.
¡Felices Fiestas!
Es emocionante entrar en la escuela y ver corazones decorando por aquí y por allí. Ves la ilusión que se ha puesto en hacer cada uno de ellos con la participación de todos. Es mi deseo para estas fiestas que pongamos nuestro corazón y llevemos el AMOR allí donde estemos y con quienes estemos. ¡¡Feliz Navidad!!
Que tus deseos se cumplan Macu! Feliz Navidad! Muchas gracias por tu esfuerzo y entrega.
Un abrazo.