Aunque el calendario estacional no se haya modificado, la temperatura, las horas de luz y ese diciembre que ya asoma, invitan a dejar atrás la programación de otoño. No nos quejamos porque lo hemos vivido intensamente. Amigo Árbol es el proyecto que abundando en todo tipo de conexiones, las digitales, las presenciales, ha cambiado la savia de la actividad educativa de la escuela ¡Ocres, amarillos y dorados con vida propia!
Los niños han disfrutado mucho pero en nosotras la autoconsciencia de seres apegados a la naturaleza se ha hecho hueco sin necesidad de esfuerzo. Es bueno recuperar sentimientos que subyacen y nos empeñamos con estas vidas frenéticas en ocultar.
Sin embargo este mes no saldremos a un parque de Madrid. En esta ocasión el objeto de aprendizaje está próximo, en nuestro jardín. Manteniendo el espíritu del proyecto, trabajaremos dentro y fuera de la escuela. Para ello, como siempre, sumaremos la complicidad de las familias y añadiremos un pequeñito escarceo colaborativo uniéndonos a la propuesta de Navidad ecológica.
Así el abeto del patio tendrá aspecto impermeable (si los artistas están inspirados en vuestras pantallas la semana que viene) pero sin que falte lo que más nos gusta, el color. El árbol de dentro, connotaciones deliciosas ¡Qué le vamos a hacer si se nos ha metido muy dentro del cerebro la asociación de estas fechas con lo más dulce!
Todo ello, de un solo color, rojo. Este mes lo experimentamos, lo observamos, lo manipulamos… lo gozamos. Algunas propuestas…
Queremos una Navidad bonita, la deseamos sentida. Pueden ser días de reflexión, de buceo en nuestras vísceras o de surfeo sobre las preocupaciones y tristezas, de remover para encontrar lo mejor de nosotros, esas cosas que no ven los ojos.
Los talleres de este mes serán solidarios. Las pastas que elaborarán los padres (muchas gracias Araceli por la inspiración), moldearán los niños y hornearemos en la escuela, serán ornamento del árbol y también serán una muy pequeñita muestra de cercanía a las personas que no gozan de la tranquilidad de tener un techo bajo el que cobijarse. El sufrimiento no está muy lejos. Aún por decidir entre todos cuál será la vía para que el poquito calor del cariño les llegue, comedores sociales, ONGs…
¡Un horizonte navideño cercano, disfrutar compartiendo!
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