Llegó julio, yo no tenía tantas prisas como él pero ¿quién manda en el tiempo?
Para todos nuestros alumnos el curso acabó con ese apretadísimo junio que hemos vivido, y es que ¿alguien conoce «junios» relajados en la enseñanza?.
Este año decidimos ampliar nuestro servicio al mes de agosto, ello supone que la escuela se reorganiza y toma forma de talleres estivales.
No es fácil para las familias compaginar el merecido descanso laboral con el descanso de los centros educativos, es más, muchos de los padres, ni siquiera cuentan con un mes entero en verano. Lo que sí es seguro es que los peques también tienen esa necesidad de cambio de actividad, más relajada, menos rutinaria, más distendida… si cabe más lúdica.
Pues manos a la obra, crearemos ambiente de vacaciones, la expresión plástica, la musical, los cuentos, los juegos al aire libre, a la palestra. Estos son ahora nuestros objetivos, descansar con la imaginación y la fantasía como herramientas.
Un acontecimiento hace muy atractivo este inicio de mes, el VI Encuentro Aulablog 2011, que se celebra en la Escuela de Organización Industrial de Madrid los días 4, 5 y 6 de julio, «una reunión de docentes de toda España donde se pone en común nuestras experiencias educativas dentro del ámbito de las nuevas tecnologías».
Este va a ser el primer año que asista, estoy ilusionada, pienso que estos encuentros amén de muy positivos para la mejora de la enseñanza, tienen carácter de imprescindibles. La reflexión, comunicación, interacción entre docentes que tienen la inquietud de aprender, valorar… e innovar, no puede ser más que enriquecedora. Ya en la red bulle cada día, cada minuto, la conexión entre personas que expresan sus planteamientos, estrategias, preocupaciones, ilusiones, sueños y sinsabores. Ahora, con aulaBLOG «se fortalecen lazos y amistades se conoce a docentes que quieren contribuir a los objetivos ampliamente deseados por quienes nos dedicamos a la enseñanza».
Y cambiando de tema, aunque en realidad es más de lo mismo, llevo con la melancolía del fin de curso desde hace un mes y soy consciente de que todas las entradas de ese periodo, en este blog, han estado teñidas de «un ay». Han sido «despedidas» pero quizá me falta expresarla más directa, porque ahora sí, ya acabó el curso.
Así es que, para los chicos que ya se han ido de la escuela, nuestros mejores deseos, primero para el verano y por supuesto para su incorporación al colegio. Se han construido a pulso su autonomía, han puesto su esfuerzo en elaborar recursos que les posibiliten una buena adaptación a ese «sitio grande» que durante muchos años será agente prioritario en el devenir de sus vidas.
Si miro atrás, revisando mi experiencia de madre de tres hijos, hoy ya mayores, tengo que confesaros que acompañarlos en su vida académica ha sido para mí, más un martirio que un placer. En numerosas ocasiones habéis sido testigos de mis quejas y lamentos. Vivo la enseñanza intensamente, es mi compromiso, mi responsabilidad y mi pasión. Desde esta perspectiva se sufre porque, a veces, los escenarios de aprendizaje no lo parecen.
Espero que para vosotros el camino sea más fácil, me atrevo a instaros a ser activos y colaborativos en el proceso de aprendizaje de vuestros hijos, sensibles a la buena labor que, sin duda, muchos, muchísimos profesores harán y reivindicativos, cuando la implicación de los docentes no sea la que uno de los derechos más sustanciales del niño requiere. Son la sociedad del futuro, sus protagonistas, en manos de padres y profesores está su gesta ¡Mucho ánimo, mucha suerte!
En la escuela siempre estaremos deseosas de los minutos de visita que nos queráis dedicar ¡nos gusta ver cómo crecen! Son vuestros hijos pero también nuestros chicos. Un abrazo muy grande.
¡Muchas gracias, creo que hemos disfrutado de un curso pleno de complicidad!
Deja una respuesta