Y merendamos fresas con nata!. El día fue largo, pero mereció la pena. Abrimos como siempre, a las 7.30. A esa hora vienen los más madrugadores, Paula duerme en su cuna, «una horita más sienta de maravilla», otros esperan, viendo cuentos, al resto de sus compañeros. Hay que saludar a los amigos y a sus papás, de vez en cuando echamos un vistazo a «la osita Kimba y sus amigos». Viene el resto del equipo de educadoras, y comienza la jornada, los niños van llegando, yo voy de un lado para otro, ahora estoy en el jardín, ahora en la clase de Macu, o en la de Nines… «buenos días ¿cómo estás campeón?, ¿qué tal mi niña?, ¡es mejor que te quites ese tapón de la boca para poder hablar con los amigos!». Las educadoras os reciben, charlan con vosotros, y desayunamos. Ya está, podemos empezar la asamblea, la iniciamos con temas motivadores de la actividad que tenemos programada, a veces, un tema inesperado suscita interés y tenemos que modificar lo que teníamos previsto porque lo importante es enlazar con sus intereses y que las actividades les animen a seguir descubriendo el mundo. Seguimos, unos niños tienen que encontrar objetos ocultos, otros imitan onomatopeyas, otros intentan aprender a saltar en el sitio, los más mayores están con el concepto espacial «lejos»…¡Bien! hemos hecho muchas actividades/juegos y ahora nos vamos al patio. ¡Qué suerte! unos antiguos alumnos nos han traído sus triciclos, hoy habrá menos conflictos… ¿o quizá más?. De nuevo a la escuela, nos preparamos para comer, hoy comida estrella: pastel de carne. Algún pequeñito llora, el cansancio de la mañana se empieza a acusar, también hay algún impaciente que no ve llegado el momento de meter la cuchara en el plato. Bueno, tranquilidad.
Nos aseamos, y a descansar. Todo el día, hemos estado hablando del acontecimiento de la tarde, ¡vienen los papás a merendar con nosotros!
El tiempo, al final, ha sido generoso. A la hora de merendar, el sol nos ha ofrecido los rayos que toda la mañana nos había escatimado.
La merienda es para algunos papás una buena ocasión para conversar, también para ver a los niños desenvolverse en un ambiente distinto del familiar. Para los niños es una experiencia nueva, un poco desconcertante, hay muchas personas mayores, hay que renunciar a los triciclos y motos…son sus primeros pasos de intercambio social. Para las educadoras y para mí es una oportunidad de hablar con vosotros sin las prisas de las mañanas, también una alegría porque vienen antiguos alumnos ¡cómo crecen!. Marina me dice que le siguen gustando mis flores ¡todavía se acuerda! ¡me hace ilusión! Mateo me cuenta que en su colegio los alumnos que acaban, este año, segundo de Bachillerato, han pasado por todas las clases para despedirse de los compañeros y les han pintado las caras. Ya conversa como un mayor.¡Nos gusta tanto verlos crecer! A fin de cuentas, también son un poquito nuestros.
A las siete, hemos acabado la merienda. Ya nos ponemos a pensar en la siguiente, en junio, el día 18, viene Ana que es cuentacuentos y hará lo posible para que lo pasemos super.
Había pensado escribir algo más corto, siguiendo la recomendación de Rosa, pero me resulta difícil porque como algunos de vosotros ya sabéis me gusta hablar y parece ser que también me extiendo al escribir.
Aprovecho este post para comentaros que la semana pasada, he estado trabajando en la elaboración de una página web para la escuela. Aún necesita retoques, pero os voy a dar la dirección porque me gustaría conocer qué os parece, me interesan vuestras críticas y aportaciones. No quería que fuese la página típica de las escuelas con animaciones y colorines, la quería sencilla pero con pulso, me explico, con alguna sección para noticias que la mantengan apegada a nuestro quehacer en la escuela.
Muchas gracias a todos por dedicarnos un poco de vuestro tiempo.
Hola!!
Una pena que no hayamos podido estar, para la próxima vez….
Por cierto, muy chula la página web, ya tenéis dominado esto de la informática.
Bs
Gracias Maite. Tengo que confesar que le tenía «miedo» a esto de la informática, pero ahora le he cogido el «gustillo».