
Compaginar intensidad y calma, esto es la Educación Infantil y las mentes curiosas. Sabes que, como educadora, eres la llave para la satisfacción de necesidades permanentes, y que «el cómo» administres ese poder delegado sobre su bienestar, deviene en arte, moviendo los hilos adecuados.
Cada día es un impresionarse lo suficiente para que ningún detalle relevante se pierda e impresionarse lo justo para que ningún aspecto parezca determinante.
El blog está lleno de años de vida de escuela.
Cuando lo inicié no podía aventurar que iba a tener el poder acumulativo de tanta actividad, tantos escenarios, tanta alma. Permitidme sentirlo así. Ha ido creciendo medio salvaje, medio pautado.
Bueno, este es el gran privilegio de nuestra etapa, hay poco firme, casi todo está por decidirse. Y no hay día que pase que no sienta que su ¿lógica sin lógica?, es cota alta de sabiduría.
Exploradores infatigables, certificando continuamente logros y si no los obtienen tenaces, investigan otras vías. Comunicadores sin palabras, con corazones que se entregan en busca de conexión. Es más, los niños, sujetan los nuestros; tienen esa capacidad, aunque te parezca que los sobresaltan, a la larga dulcifican.
Pacientes y tolerantes, comprensivos y generosos. No, no estoy en broma. Todas estas habilidades que parecen exclusivas del mundo adulto, he comprobado con el mejor muestreo, que son genuinas en la infancia.
Decidme si no cómo podrían soportar más de mil órdenes diarias, más de mil juicios desafortunados que etiquetan y lastiman. Más de mil exigencias, sin que nadie se moleste en mostrar cómo se aplica eso que se les demanda. No voy a «hacer pupa», pero podríamos seguir describiendo toda suerte de «ayudas» para que sean buenas personas, como los castigos, los sobornos, las amenazas… todo esto y mucho más, es «el baile de las travesuras» del educador, el que se entromete en nuestras verdaderas finalidades de la educación de la infancia.
Y aún así, logran sobrevivir a nuestro impacto.

Con estas coordenadas preparamos el terreno para las mentes curiosas
Pues de eso ha ido este curso, de prepararnos nosotros para llegar mejor a ellos.
Quisimos desde el primer momento vivir lo sencillo, perder el tiempo en lo pequeño, sacar el jugo a la vida de escuela. Una escuela de calle, de gentes, de cuidados y afecto.
Y sistematizamos los anhelos y le dimos forma al empeño para que el mensaje de amor no se nos perdiera en el camino ¡Es tan mala consejera la urgencia en educación!
Ganándonos la motivación
Conectando con el lado derecho del cerebro. Cada jornada en la escuela ha contado con la necesidad de una mente receptiva; para ello horarios y actividades parten de lo que necesita la infancia:
- Sentirse seguros, comprendidos y cuidados.
- Que las actividades pongan en valor sus capacidades.
- Precisan lectores de emociones que les ayuden a identificarlas y corregularlas.
- Necesitan pautas, guión de acción, que dote a su jornada del suficiente orden y estructura para desenvolverse apropiadamente consigo mismos y con los demás; y necesitan la suficiente libertad para estrenar su incipiente poder.
- Necesitan que las actividades se ajusten a su naturaleza y etapa evolutiva; ni déficit, ni sobre exigencia, ambos irrespetuosos e incapacitadores. Expectativas respetuosas.

Una base sólida, un proceso de adaptación a la medida
Compartía allá por agosto: «para las familias que sé que en estas fechas andáis presas de temores e incertidumbres. Escribo para que no nos sintamos solos, unos como docentes, otros como padres. Ya pasaron los tiempos de la desconexión, hoy, si trabajamos desde compartimentos estancos nos perdemos mucho enriquecimiento.
Dialogar y conocer lo que se siente y piensa allende las paredes de la escuela. Pero sobre todo, lo que manda, la razón más imperiosa por la que escribo, es él o ella, el niño o la niña. Nuestros chicos.
Tengo la esperanza de ir logrando adecuar y optimizar todo lo que esté a nuestro alcance como adultos educadores, al fin esa es nuestra labor, preparar el terreno para que la incorporación a la escuela sea un paso que contribuya a que los niños se sientan felices.
El proceso de adaptación es quizás el tramo del curso en el que la dedicación sensible es la decisión más sabia. Es el inicio de un gran proceso de cambio. Sabemos que de él depende toda la vinculación y los afectos presentes y futuros del niño hacia objetos, personas y entorno.
Simple y feliz
En noviembre estaba en la red la sistematización del curso, el marco que nos sienta bien porque envuelve nuestros sentimientos, da sentido a las relaciones y promueve actuaciones alentadoras.
En un aspecto no dudamos, la vía es facilitar exploraciones, toma de contacto ¿Quién soy yo, quién son mis compañeros, quién es mi educadora? ¿Cómo es mi escuela, cómo son mis juguetes, cómo son los espacios? ¿Cómo me siento? ¿Estoy bien atendido? Momentos mágicos con pócimas sencillas. No hace falta mucho. Un marco de cartón y una cámara de fotos simulada, sirvieron para hacer concreto el objetivo, asegurar pertenencia. Marco en mano “tu voz, tu turno, queda garantizado”, tu espacio, tu reconocimiento, es apreciado por cada miembro de un grupo que va a convivir, y trabajar junto, muchas experiencias fundamentales para tener un año casi perfecto para crecer.
Gestos amables, cordialidad en el trato, calidez en las relaciones. La confianza se construye a base de amor incondicional en la interacción.
Sin la percepción de entornos y relaciones amigables el cerebro infantil codifica mal la información. Objetivo, sentirse seguros ¿Cuántas veces, como educadores, la empatía con el malestar infantil, no forma parte de las relaciones cotidianas en el inicio de curso? Debería haber una gran señal, una alerta que nos hiciera parar y reflexionar, sin la pertenencia el niño no puede avanzar saludablemente.
No es opinión, es química cerebral.

La fuerza de la armonía en educación infantil. Nuestro proyecto educativo.
Esta es la gran baza del educador consciente, ganarse a los niños para el aprendizaje; sin armonía los niños no aprenden bien.
Entornos respetuosos, asegurar la conexión, que el trabajo sea significativo para el niño, las rutinas facilitadoras de orientación y anticipación… el respetar las características individuales, así como apreciar las diferencias, abundar en ese marco de desarrollo socio emocional que es una escuela para aprender a vivir.
Y para vivir aprendiendo desde la paz y para la paz es imprescindible dotar de sentido a las pautas de convivencia.
No se trata de poner límites para anular iniciativas o cercar las posibilidades de los niños, se trata de crear normas para poder trabajar juntos respetándonos. Esto dicho así, a un niño de dos años le suena a chino y como es muy, muy importante que no le suene a chino, para que quiera y desee respetar las pautas, lo mejor es hacerlas atractivas, informadas, revisadas cuando no nos funcionen, ensalzadas cuando nos ayudan y nos invitan a crecer como personas.

Junto a las pautas, que no falte, tenemos un buen manojo de soluciones para resolver conflictos.
Las emociones son inexcusables, son la primera valoración que hace la mente de la información externa o interna, de lo que es importante para mi. Y a veces nos juegan malas pasadas, nos embotan, nos desbordan.
Con tan solo un año y dos, no hay maduración de frenos cerebrales. Contar con el apoyo de herramientas externas conlleva el estreno del conocimiento de alternativas, conocimiento de las sensaciones que provocan en busca del bienestar y la calma para poder actuar mejor.
Sí, ya sé que muchos diréis que no hay conciencia de por qué se hace, no importa, hay conciencia de que sienta bien y si se practican con regularidad los niños van creando redes neuronales fuertes que un día serán habilidades de autorregulación frente a la adversidad y los conflictos.

Una historia de educación infantil
Emociona T, se trabaja a lo largo de todas y cada una de las relaciones que entablamos en la escuela. No intenta influir en los niños en momentos puntuales sino crear atmósferas dónde la identificación de las emociones y su tratamiento sea algo natural y habitual.
Para cada emoción primaria aplicamos herramientas lúdicas que llegan a los niños con suma facilidad.
Con la constancia, el modelado adulto, los niños tienen la oportunidad de aprender la importancia de calmarse para poder tomar decisiones adecuadas.
Y ahora sí, ya estamos listos para elaborar nuestro plan específico de trabajo.
No hay jornada en la escuela que no cuente con:
- tiempo para el descubrimiento,
- con tiempo para “asuntos propios”,
- con tiempo para alimentar el vínculo.
Este año hemos abordado la tercera edición de Amigo Ábol, trabajo por proyectos en Educación Infantil. No es una decisión caprichosa, es una decisión tomada a la luz de los aportes de la neurociencia sobre cómo aprenden los niños y qué estrategias optimizan atención, interés, motivación y aprendizaje.
Programar una salida, tomar contacto con la realidad, es el punto de partida.
La primera experiencia del curso fue el Parque del Retiro, buen entorno para conocer los efectos del otoño…

Con diciembre llegaron los regalos
En cierta manera se podría afirmar que nuestra tarea de educadoras se puede resumir en un verbo, cultivar. No es un enunciado original, lo que es original en educación es que el cultivo sea adecuado. No debería ser así, la infancia tendría que tener asegurados sus cuidados porque de ellos depende cada ser humano, el infante, el joven, el adulto. Todas las etapas de la vida van a estar muy, muy influenciadas por “la mano” que tenga el cultivador en las primeras atenciones.

Contar con adultos cuidadores, cultivadores, con pozos de amor, es el regalo. El que yo creo que es el mejor regalo para la infancia.
Si ya cuentan vuestros pequeños con ello poco más hay que sumar, un juego, un abrazo y un buen verso.
Y con todo este preámbulo, con la conciencia de pretender una segunda aventura de Amigo Árbol, sencilla que ha sido nuestra finalidad este curso, y feliz para los niños, decidimos hacer un plan en el que esta actitud fuera sendero y que la calidez del afecto y la importancia de sus tareas cotidianas vayan modelando influencias de buen cultivo de manera imperecedera.

Buena compañía y buen entorno
No nos privamos de los mejores ingredientes, buena compañía y buen entorno. Esto ya es para muchos niños sinónimo de que algo muy interesante y estimulante va a suceder y la dopamina empieza a hacer su trabajo, se anticipa bienestar y placer ¡Pues a por ello!
Es tradicional en la escuela, hacer un pequeño homenaje a “los cultivadores que cuentan con mucha experiencia”, nuestros mayores. Ellos fueron los protagonistas de la escapada a un parque de Madrid. Ya sabéis que Amigo Árbol parte de lo que más enseña, la realidad, y a nosotras no nos cuesta nada crear entornos educativos al sol y al aire. Cogimos nuestro hatillo, subimos al bus y una comunidad familiar se puso rumbo a Madrid Río.
…
La varita mágica
Por Reyes, la melancolía…
Lo más importante de mi 2016 es cómo será almacenado en el desván de las memorias. Los acontecimientos resonarán como dulces palabras, sensaciones y goce o bien como desesperos y vacíos y silencios.
Poner al corazón y a la razón en el mismo barco es en tantas ocasiones una grillera. Hay que esperar la luz del día y revisar intenciones subyacentes; todo lo que nos contamos no siempre es cierto. Como decía Jane Nelsen, este año a su paso por España, busca el oro en tus emociones y reinterpreta para que no te hagan daño.
La balanza se inclina de un lado u otro, dependiendo de las piedras del camino, con quién hayas hecho el recorrido y cómo lo haya integrado tu intérprete interno ¿Te trajo afectos, amistades, aprendizajes? ¿Se te hizo más grande el corazón porque lo llenaste de amor?

Y como soñar es lo que tocaba en esas fechas, se me ocurrió, tal y como os pasará a muchos de vosotros, empezar desde ese preciso instante a ejercitar el arte de la varita mágica para los 365 días que están ya esperando a la vuelta de la esquina.
Cada uno tiene una dentro de sí.
Tenerla no es ser mago, yo al menos no lo soy; es poder hacer magia y quizás, tú lector, tampoco seas mago pero seguro que has sentido como yo que en ocasiones puedes usarla, en tu espacio, con los tuyos, con los que te relacionas.
Y este año he sentido que la varita la usaron otros conmigo. He impartido muchos talleres, he bajado de la red, he puesto el pie en tierra firme y me he calzado los zapatos de muchas familias, de muchos docentes. Ellos me han enseñado enriquecimiento personal, he debatido y reflexionado sobre la niñez, la de nuestros hijos y alumnos y también sobre la otra, la que impacta de manera inconsciente en ellos, la nuestra, nuestra infancia. He comprobado que hay mucha necesidad de entender, de aceptar, de participar en el cuidado de nuestros pequeños de una manera más compasiva, más humana. Engrandece a las personas la voluntad de mejorar, aunque para ello necesitemos pico y pala.
…
Por febrero, cambió la luz
Que en esta ocasión el trabajo basado en proyectos consistiera en la construcción de nuestro armario “De Emociones” merecía una atmósfera festiva. No se estrenan herramientas para vivir mejor todos los días.
Atendiendo a las dos finalidades nos hemos esforzado,
- tejiendo una red sólida para educar para la vida; ese es nuestro armario de emociones,
- y ofreciendo, como siempre, una ventana para que os asoméis a ella en un espacio amable, atractivo y funcional. Nuestra querida web.
Y le dedicamos más párrafos a un gran regalo que nos ha dado tanto en nuestro centro.

EmociónaT, nuestra envoltura, es:
- que los niños puedan esperar lo mejor de nosotros para que pueda aflorar lo mejor de ellos,
- es saber que la infancia persigue la supervivencia a través de la conexión. Necesitan contacto, unión física y afectiva para progresivamente poder “separase”,
- tener en cuenta que los lóbulos prefrontales de los niños pequeños, que son los frenos cerebrales, no están maduros. La regulación de sus afectos pasa por la corregulación. La organización de su afectividad depende enteramente de la organización mental del adulto cuidador,
- que tratamos con el origen del “yo” y los niños necesitan adultos confiables y sintonizados en la satisfacción de sus necesidades sensomotrices, afectivas, sociales…
- que sin ternura, sin amor y sin diversión la primera infancia no se alimenta bien, no pueden aprender adecuadamente y viven hipervigilantes.

Gozamos de “estrellato” ¡Somos muy, muy importantes en el devenir de nuestros niños! ¿Qué modelado quieres ofrecer a tus alumnos?
Esta es una buena razón para revisar qué y cómo estamos abordando las relaciones con los chicos.
¿Imagináis que nuestros niños poseyeran hábitos saludables de relación afectiva tan arraigados como el automatismo de lavarse la cara o cepillarse los dientes? ¿Imagináis que nuestros chicos sintieran que algo importante les falta cuando han actuado sin calma, sin pararse a descubrir qué sintieron, qué pensaron?
¿Y esto cómo se hace, cómo estaríamos en el camino?, asegurar que van a hacer siempre lo correcto no es el objetivo, sí lo es que tengan la oportunidad de acceder a las mejores de sus decisiones.

Juguetes emocionales.
Si queremos adultos que respiren y se tomen su tiempo antes de decidir hay que ejercitar esta habilidad, si queremos adultos que sepan poner humor a la adversidad, que tengan capacidad para evocar sus memorias de momentos de alegría cuando nos asalta la tristeza; si queremos adultos que tengan sentido lúdico de la vida y que afronten los problemas con creatividad, si queremos adultos que ayuden a sus semejantes, que posean herramientas de modulación emocional… hay que hacer la higiene del cerebro todos los días, cada día, hasta convertir en automatismos las competencias de salud emocional.
- Pelotas de amasar, pelotas de lanzar y rodar hechas con globos, con arroz, con papel ¡divertidas!
- Las fotos de la alegría, plastificadas para que absorban bien todo la manipulación que nos haga falta. Son las imágenes de momentos especialmente vividos como placer con los nuestros. En el malestar son una píldora inmejorable para recordarnos que las nubes pasan y que el apoyo de los que nos quieren es fortaleza cuando nos falla.
- Micrófonos para conversar, cantar, para pasar a otro y escuchar.
- Corazones con manos muy grandes que arropan, que consuelan, que acarician, que nos reviven a la relación.
- Nuestros amigos de los cuentos. Personajes plastificados, aquellos que tienen el poder de poner en marcha nuestra imaginación y fantasía. A veces no queda otra, alejarse de los problemas para verlos desde la distancia.
- Instrumentos musicales, los cascabeles invitan ¿a qué? Sencillamente, a sentirse como ellos.
- Las plumas son suaves, las cosquillas son provocadoras. Relativizar es una gran herramienta, la risa pone orden en el caos de la ira.
- …
No es solo cartón ¿verdad?
Fue la cuarta aventura de Amigo Árbol y con ella plantamos más semillas en las mentes curiosas. Otro parque ha sido el gran escenario, El Bosque de los Ciudadanos, nos trajimos mucho de él, allí también dejamos huella de nuestro paso…

Y esta es la última experiencia de un curso acompañando a mentes curiosas
Todo un año centrados en que este fuera el mejor curso de nuestras vidas y… hay que ponerle un broche. Llega el final y con él esa mirada maltrecha por la pena y a la vez orgullosa por lo recorrido y por la esperanza de muchos caminos alentadores de crecimiento personal para los niños y niñas de esta escuela. Y la confianza de que gocen de «infinidad de años casi perfectos».
Nos quedaba un último capítulo y se lo hemos dedicado a lo que los niños se entregan en cuerpo y alma, a lo que necesitan hacer y quieren hacer, a su tarea más importante, el juego.

En esta escuela no desaprovechamos ningún sentido, todos son canales importantes que alimentan nuestros cerebros. Y por ello Amigo Árbol nos ha invitado a través de dinámicas sugerentes, investigando con recursos y estrategias motrices, sensoriales, afectivas… a seguir aprendiendo como las mentes curiosas.

Otro parque que ya nos va conociendo bien, La Quinta de Los Molinos. Estaba verde efervescente, sonaba a trinos, todavía guardaba recuerdo del aroma de sus flores que humildes y generosas habían dado el paso a sus frutos, las orondas almendras.
Hemos disfrutado…

Un circuito de texturas, creado y recorrido por cuerpos receptivos. Caballos de cartón que trotan al son de nuestro ritmo, tortugas de papel que ruedan calmas, verdes, orgullosas de ser compañeras de travesía, bajo este sol rotundo del verano. Un tren de mil colores, otras tantas pelotas que cuelgan ya como último traje de nuestro querido árbol.

Desnudo a comienzos de curso, el árbol se vistió las mejores galas cinco veces. Lució con las creaciones infantiles, todas ellas producto de contactos de todo orden, con las cosas, con las personas, con su mundo.
Conexión para poder separarse, ley de vida en los procesos de individualización.
No dejéis de ver el vídeo, es mucho más elocuente que yo…
Agradecimientos
Empezaba el artículo con la palabra intensidad, la he sentido este año.
En completa simbiosis con la actividad de la escuela he vivido una experiencia tras otra de relaciones y conexiones con familias y docentes de muchos puntos de nuestra geografía. Soy entrenadora de Disciplina Positiva, difundir la metodología es hoy también un compromiso y una responsabilidad.
Mucha información trasladada en espera de que suponga soluciones a las demandas de progenitores y docentes en busca de interacciones más beneficiosas con los niños y niñas.
Cuando se da tanta importancia a las mentes curiosas, a la infancia, todo esfuerzo vigoroso te parece escaso.
No tengo palabras para describir tanto cómo he sentido en este curso. He sido ave viajera. Me he envuelto en conceptos, en estrategias, en herramientas. Se lo debo a los talleres.
Equipos de profesionales de la parte más vulnerable de nuestra sociedad se han asomado a nuestras estrategias, comunidades educativas que necesitan respuestas acordes con sus inquietudes, padres y madres que desean funcionar mejor, personas con motivación por dejar atrás prácticas poco vitales, nada afectivas, tantos que hacen esfuerzos por crecer como persona… cada gesto, cada comentario, las dificultades, los avances, son y están embotellados en mi alma como el mejor tónico, el gran elixir de este proceso de cambio que tanto anhelamos que fluya ayudándonos a superar las fragilidades notorias de un sistema de enseñanza que no funciona.

Rendida a la generosidad de las familias de mi escuela. Por vuestra confianza, por vuestro acompañamiento, por ser y estar enREDados.
Orgullosa y agradecida al equipo educador, con la sabiduría de la experiencia, con la mente abierta del que estrena curso escolar cada año empeñadas en que sea el mejor para su comunidad.
Gracias a tantos que nos leéis y nos apoyáis y nos queréis.
Gracias a nuestros alumnos por ser mentes curiosas, los mejores maestros ¡Suerte pequeñitos, que la vida os trate muy bien!
Hemos usado mucho el cariño este curso y no se nos ha gastado.
Un educador de Infantil sabe bien de qué hablo.
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