
No hay un día sin inspiración en Educación Infantil. Moverse entre gente que mira la vida desde los 70 o 100 centímetros de altura no te deja indiferente; un día descubres que, afortunadamente, te contagiaron su asombrosa mirada. Forma parte de los beneficios de compartir experiencias con niños.
Este artículo es el último de un curso casi perfecto.
Escribo letras cargadas de agradecimiento a nuestros alumnos rememorando su ayuda para recopilar lo fantástico de cada día. Por permitirnos poner la lupa en lo importante, lo sencillo.
El camino empezaba en septiembre, con muchas ideas e iniciativas.
El verde de la esperanza, el naranja de la alegría
Optamos por aquel entonces por verdes esperanza o naranjas luminosos en el mensaje destinado a las familias de nuestra comunidad. Sabemos que para la mayoría de los padres es una incógnita relevante al incorporar un hijo a la escuela qué plan tenemos para garantizar el bienestar emocional y físico de su hijo.
El proceso de adaptación de Escuela Gran Vía es singular. No nos distancia, nos vincula.
No se trata de que nos engañemos a nosotros mismos obviando los sentimientos. Hay separación. Sin embargo la propuesta de nuestro diseño de «cuidar y mimar el trato humano», ayuda a todos a movernos en pos de actuaciones que sientan bien a los niños desde un mejor estado de ánimo de los adultos.
Con ello, todo puede funcionar mejor.
En vez de dejarnos llevar por la ansiedad, nos hacemos preguntas ¿queremos ser esa persona que marque una diferencia positiva en el acompañamiento en este proceso de adaptación? Y si hay compromiso por emprender algo distinto la escuela se muestra cómplice:
Los niños nos necesitan y somos nosotros, los adultos, los que tenemos en nuestra mano las soluciones.
El proceso de adaptación es quizás el tramo del curso en el que la dedicación sensible es la decisión más sabia. Es el inicio de un gran proceso de cambio. Sabemos que de él depende toda la vinculación y los afectos presentes y futuros del niño hacia objetos, personas y entorno.
Empeñadas en la revisión de prioridades y que la elección de estas no desvirtúen, ni nos alejen de las finalidades, enfocamos las primeras semanas en una sola acción, facilitar.
Tras ese septiembre de vital importancia…
El plan de acción
Cada año Escuela enREDada abunda en los cimientos de la arquitectura de la propuesta educativa de Escuela Gran Vía:

Un rumbo, nuestro distintivo, promover clima de comunidad. Es una tarea muy laboriosa, no siempre nos sale como queremos pero puedo decir con orgullo que lo intentamos con energía. #DisciplinaPositiva
#CuidarInfancia
Cuidar la infancia es el reto y para ello no nos queda otra que modelar el respeto, la aceptación de la diferencia, la comprensión, la tolerancia, la resolución pacífica de los conflictos, el amor y el perdón. Este es nuestro compromiso.
Trabajamos para y por el cambio, el de infantil y el de la sociedad. Y esto entraña empezar por nosotras mismas como personas que han elegido la docencia.
Lo que decidamos, los niños lo experimentarán y pasará a formar parte de sus vivencias positivas o negativas, no solo del presente sino que formará parte de las plantillas con las que tomarán decisiones en el futuro.
Demasiado importante para no tomar nota.
Esta es la razón por la que ser un educador enREDado es, entre otras cosas, mantener vivas las ganas de aprender.

La familia como agente protagonista
Cuando me preguntan qué hacemos en nuestra escuela para #CuidarInfancia, antes respondía como un resorte. Ahora, tardo, casi tomo asiento y luego digo, trabajamos para que los niños se sientan bien, en familia.
Sí, somos una familia.
Una familia grande, en la que nadie se siente solo ante los desafíos que implica acompañar a los pequeños. Y que cuando alguno de nosotros se siente inseguro y temeroso por no estar haciendo lo correcto encuentra refugio al malestar. Una familia que aprende junta para dar su mejor versión a la infancia.
Sabemos que somos una comunidad trabajando, agarrados al mástil más fuerte, el afecto en educación.
Contando historias para entender el mundo
Hubo un tiempo en el que apareció una señal inequívoca promotora de evolución en nuestro proyecto, escuela enREDada, fue Amigo Árbol. Se convirtió en el hilo conductor del tiempo que la escuela estima “asuntos propios de los niños”. Aparentemente es un tronco leñoso, sí, es un árbol que habita en la escuela, que crece y se activa con el trabajo de todos.
Contamos historias de calle a nuestros alumnos, se ponen en marcha en la calle, las reconstruimos en la escuela. Vamos sin guión preestablecido a entornos de la ciudad, lo que nos vale es lo que el medio provoca en los niños. Mientras, nosotras, atentas a la expresión de sorpresa y asombro, recogemos intereses en los que enlazaremos el proceso de enseñanza aprendizaje.
Contamos historias que se nutren de los matices de la vida real y alentamos la resonancia en el complejo mundo psíquico de nuestros alumnos.
Dejar abierto el programa de “la salida” a lo que suscite el roce de los niños con la naturaleza dota al proyecto de la flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades infantiles. Deja el proyecto abierto a emociones merecedoras de todo nuestro respeto, las que sienten los niños en conexión con ambientes potentes en educación, los reales.
Cada historia es casi simbiosis física, sensorial, emocional, social. Cada historia es un paso, un bálsamo para la natural inseguridad infantil ampliando vínculos y sintiendo el uso de habilidades personales.
Este curso el parque de Berlín nos acogió dorado y rojo por el otoño; en invierno fue el parque del Templo de Debod, estaba casi cristalizado ¡hacia tanto frío que a nuestros alumnos no les faltaron datos para construir su experiencia de esta estación! La Dehesa de la Villa, frondosa, con laderas que son un desafío para las piernas cortas infantiles. Llegó La Quinta de Los Molinos ¡nos gusta este parque! Es malva, es rosa, es verde, es blanco. En él es eterna la primavera. Y en esta última experiencia ha sido El Retiro. Fuimos en busca de «una menina» que daba la bienvenida a la entrada al parque y salimos con palos, con gotas de agua, con carreras sin aliento, con aire, con sol…
Es la fuerza de Amigo Árbol, una aventura que nunca acaba porque la realidad es diversa y enriquecedora cuando se va con todos los canales sensoriales activos.
Facilitar descubrimiento es la llave
Momentos mágicos con pócimas sencillas. Cartón y una escuela que se une para disfrutar creando. Hacer nuestra menina del enfado. Los talleres invitan a las familias a aportar, a sentirse útiles y necesarios. Son apreciados por cada miembro de un grupo que convive y trabaja junto.
La menina está hecha por los niños y los papás y mamás de la escuela. Toda ella vestida con herramientas para modular el enfado.
Gafas para ver la vida de otro color, besos que acarician, manos que piden o dan ayuda, estrellas de fantasía y apertura mental, pájaros y flores ¡qué mejor que la naturaleza para olvidarse de la sinrazón de la ciudad! Fotos divertidas de experiencias familiares que nos ayudan a cambiar el estado de ánimo…
Pegamento en el papel y pegamento en los corazones. Gestos amables, cordialidad en el trato, calidez en las relaciones. La confianza se construye a base de amor incondicional en la interacción.
¡Gracias corazones blancos!
Comenzaba este artículo describiendo cómo se iniciaba el curso, abriendo de par en par las puertas de la escuela a las familias. Han sido muchas experiencias maravillosas para tener un año casi perfecto.
Comunicar ha sido nuestro objetivo, esfuerzo, voluntad y pasión. Es el estilo de este centro, lo que nos hace sentir que lo logramos es ser la escuela en la que se participa con el corazón.
Sabemos que es así, cuando el proceso fluye de mente a mente y especialmente de corazón a corazón, porque así estamos “entrando en el mundo de los niños”.
Gracias a mi equipo educador por su entrega y dedicación. Gracias a las familias por compartir con nosotros su presencia y mejor tesoro.
Ahora toca miel y limón, el sabor agridulce de la despedida… que cada curso sea para todos vosotros el año casi perfecto.
Esta escuela es vuestra casa.
Partís en busca de la ruta de la vida, que el amor sea vuestro color favorito.
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