Escuela enREDada es distinta de un año a otro, de un mes a otro, de un día a otro. Amén de que, como es natural, cada curso sea único por todos los que lo disfrutamos y de que los acontecimientos sean tan efímeros, el proyecto cuenta entre sus cualidades con la característica de que es infatigable a la hora de emprender desafíos.
Creo no equivocarme al decir que adquirir la identidad de comunidad amplía sin límite la cantidad de vivencias de interacción y con ellas se ponen de manifiesto las inquietudes de sus miembros, sus necesidades, sus perspectivas y aportaciones. La escuela se abre a la realidad de sus gentes. Y dejaríamos de dar una respuesta satisfactoria si la propuesta no fuera acorde con todo ese abanico de demandas.
Pues bien, en esta suerte de camino asombroso, incierto sí pero ilusionante también, hemos ido avanzando en una idea que se gestó en septiembre del año pasado y que ha ido creciendo y tomando cuerpo a medida que la mente iba asimilando conceptos y procedimientos distintos. Me estoy refiriendo al ámbito del desarrollo socio emocional. El mundo complejo de Escuela enREDada con sus múltiples ramificaciones, la interacción con las familias vía digital, la integración de Nuevas Tecnologías como instrumento de aprendizaje, la metodología de trabajo basado en proyectos (que aún muchos ven inviable en nuestro Ciclo), las presentaciones allá dónde nos llaman para compartir lo que pensamos, sentimos y hacemos… comenzaba a tener una envoltura firme y amable, un plan, nuestro plan de desarrollo socio emocional.
Lo he escrito muchas veces, no es que antes de ese momento no atendiéramos estos objetivos, por el blog andan muchos escritos que dan fe del cuidado con el que hemos manejado que el desarrollo fuera integral. Era nueva el ansia por sistematizar y poder ofrecer ese marco claro y consistente a todos los miembros enREDados ¿cómo puede funcionar una escuela si no comunica lo que hace con sus chicos y el lugar que tiene en su agenda proporcionar a sus alumnos herramientas de vida equilibrada, si no busca coherencia con lo que viven en sus hogares, si los enfrenta a la contradicción?
Lo vimos muy claro, nos hicimos sensibles, es un derecho del niño contar con la complicidad de todos los agentes educativos, en lo que afecta a su construcción personal.
Y empecé yo sola, me formé en Disciplina Positiva. Después todo empezó a fluir, una escuela no es eficaz si no tiene un propósito común, informando a sus miembros, contando con su beneplácito y contribución, y fui compartiendo retazos de contenidos, talleres, publicaciones… con mi equipo, con las familias, en red, en abierto ¡Lenguaje enREDado! Pienso que como casi siempre, no solo por si os sirve, también porque me servía. Cada una de estas experiencias tiene detrás lecturas, investigación, interrogantes y soluciones. Cada una de estas experiencias tiene el afán del feedback ¡vamos a trabajar de esta manera para mejorar la vida de los chicos, es en cierto modo aventura sí, necesitamos que nos acompañes! ¿Cómo se puede emprender desarrollo socio emocional sin la cooperación de las familias?
Estoy segura, el inicio de este aprendizaje no debe ser plantear objetivos hacia los alumnos, somos nosotros los adultos los que debemos revisar nuestras ideas, las estrategias, lo que pensamos y lo que hacemos.
Esa fue la primera conclusión, para acompañar el proceso de los niños, primero y a la par, debíamos aprender los educadores y los padres. Esto no quiere decir que para ayudar a los niños en su proceso no vayamos a trabajar la inteligencia intrapersonal, las bases de las competencias de percepción, comprensión y regulación, la inteligencia interpersonal, la escucha activa, la empatía… lo haremos sí pero fundamentalmente aplicándonos, antes, como educadores, la exigencia de mostrar por modelado todo eso que les vamos a decir que debe ser su hoja de ruta para sentirse bien y actuar adecuadamente.
La ruta nos iba dando aliento, iba mostrando la dirección hacia las metas, con nuevos contenidos a trabajar, muy de moda en el vocabulario de muchos pero desgraciadamente sin estrenar en los hechos, también de muchos. A medida que analizábamos con detenimiento nos hemos hecho eco de la teoría pero curiosas insaciables lo que nos ha dado fuerza han sido los logros contumaces de la experiencia, de lo que nos funciona.
No castigues a los niños, que no haya un solo alumno que salga de la escuela sin reconocimiento y sentido de pertenencia. No sofoques expresión de sentimientos. Haz de la calma una rutina de placer no un sentimiento negativo. Son pequeños pero también se sienten bien cuando aprenden a comunicar con su mundo interior. Cuando un niño se porta mal es cuando más nos necesita, si tan solo ves la conducta no podrás ayudarle, sus razones pasarán inadvertidas y la motivación para modificar se perderá irremisiblemente. Los niños se portan mejor cuando se sienten mejor, el respeto a la autonomía tiene relación directa con el autoconcepto y con la futura autoestima. Un niño que no escucha es un niño que no ha sido escuchado, los niños aprenden por modelado, dan en función de lo que reciben, nuestras actitudes y habilidades son su referencia para conocerse a sí mismos, al entorno, al mundo que les rodea y poder interactuar con él con relaciones basadas en el afecto, el respeto mutuo y la claridad y consistencia de las normas….
Mucho para reflexionar, muchas habilidades por aprender, demasiado importante para no actuar.
Y empezamos en este periplo a «hacernos» raras, yo lo maquillo diciendo singulares, aún más, pero sí, con el cambio de actitud vino el cambio profundo del lenguaje. La entonación, el cuidado de que la expresión no verbal no desdiga a la verbal, la autorregulación para poder modelar autocontrol, ni discursos que son sermones, ni órdenes, ni por supuesto etiquetas… abandonando la sobreactuación adulta para no sobrecargar al niño con estados de ánimo ajenos y/o impedirle resolver sus conflictos porque se vea forzado a atender más a cómo maneja el adulto la situación que a cómo puede manejarla él. Sí, cuando todas estas ideas ya no son un input sino una forma de ver y responder al mundo, tienes otra mirada, tu estilo perceptual ha cambiado, te metes en los zapatos del niño.
Así nace «Emociona T», así se llama la envoltura de Escuela enREDada, no es un plan a la usanza, no está programado solo para los niños, se programa para llegar a ellos a través de las relaciones y las actuaciones, es un plan para vivir en la escuela y esperamos ¡ojalá! para vivir en el mundo grande de la sociedad si sus progenitores tienen a bien seguir alimentando con esta perspectiva y trabajando las habilidades y competencias para ser adultos capaces de actuar en su medio y transformarlo.
Como no tenemos costumbre de programar para meses (ya hasta el inspector de la Consejería ha comprendido que en nuestro Ciclo esto es alejarse de la naturaleza del niño), el plan irá desarrollándose a medida que el crecimiento personal lo haga, será como la piel, poroso, pegado y flexible.
Los padres han recibido un documento informativo y también se ha impartido un taller para explicar la propuesta. En él, el eje es el adulto ¿qué debemos hacer los grandes para que cada una de nuestras actuaciones sea oportunidad de aprendizaje socio emocional para nosotros y para los chicos? Ese es el propósito. Para ello un poco de información sobre las características de los niños, su desarrollo evolutivo. Conocemos su peso, su talla y desconocemos mucho de su cerebro. Para ello, orientaciones sobre cómo entablar relaciones positivas que no nos enfrenten a los niños, Adler, Dreikurs, Nelsen, Lott, Siegel, nos acompañan. Y también, como es lógico, herramientas, de integración cerebral, equipar para un «nosotros», consciencia y regulación, cultivar la atención… que no tienen porqué servir en todos los casos para todos, cada educador es distinto, cada pequeño es único, cada familia un microsistema especial.
Nos estamos valiendo de carteles en el foro de la escuela. Cada mes tres o cuatro objetivos, las estrategias y la rueda de las frases ¡Si no cuidamos el lenguaje el mensaje puede ser confuso! Si no quieres ordenar, pregunta, si quieres obtener colaboración, pídela con respeto, si alientas pon tus frases en positivo, en negativo el cerebro las entiende peor y predisponen al enfrentamiento, si quieres ser escuchado cierra tu boca no tengas la necesidad de que tu voz sea siempre la última que se escuche…
Así sí, tú puedes, es el momento de… Motiva, confía, orienta ¡Aprender en positivo!
Nos sirven también para comunicar con los padres las tarjetas, sabemos que los recursos muy visuales, con resumen breve, son óptimos en las agendas apretadas de las familias. Cada semana una en el foro, en hilo abierto a debate si se necesita. Porque lo que hacemos en la escuela afecta, porque lo que hacen en casa nos condiciona, es imprescindible remar en la misma dirección. Si mostramos nuestra práctica pueden forjar vínculo con la actividad escolar de su hijo entablando conversaciones, abundar en el proceso ejercitándolo en los hogares. Cuestionarlo, asumirlo, enriquecerlo.
En este plan como en todo el enREDo las herramientas digitales son aliadas. Utilizamos crema para los masajes, esencias y aromas para las actividades, plumas, espejos, fotos… utilizamos la música, utilizamos los vídeos, utilizamos recursos interactivos, cuentos, bits ¡Todo suma si nos ayuda a aprender!
Hasta aquí un poco de nuestro periplo de aprendizaje, a partir de ahora la escuela os invita a enREDaros con «nuestro plan» ¡Emociona T!
Tenemos un gran trabajo por delante pero, más ilusión para llevarlo a cabo, además, «engancha» . Siempre intentamos mejorar y nunca es suficiente cuando se trata de Educación y de los principales protagonistas los NIÑOS.
Así es Macu, la escuela que no para, creo que también se nos puede describir de esta manera 🙂 Entre todos lo haremos posible!
Un abrazo grande!
Una gran emoción al leerte, al veros evolucionar cada día, paso a paso o con saltos de gigante, en vuestra disciplina de la que nos beneficiamos tantos niños y sus familias que sólo puedo decir que vuestro trabajo, desde tu «escuelita» (como tú la llamas), es GRANDÍSIMO. Como grandísimo es nuestro agradecimiento y apoyo en los momentos inciertos del inicio de un proyecto, con buenos y GRANDES mimbres, que está avocado a ser un punto de inflexión tremendamente positivo para los niños y para los adultos que compartimos sus vidas. De verdad, desde el corazón, GRACIAS por vuestros desvelos por progresar, por pensar siempre en lo mejor para ello y por no rendiros a lo ya trabajado, por ese espíritu de lucha y de innovación. Es un placer compartir viaje con vosotros.
Vaya, me he emocionado Maite con tus palabras 🙂 Así es, ¡tantos ingredientes! para que el proyecto salga adelante, el aprendizaje de todos, variable que considero fundamental, las ganas de transformar la vida de los chicos y con ella su medio, su sociedad, no ya en el futuro que también, ahora mismo, ya. Vuestro apoyo, nuestra necesidad de él, la capacidad para transmitir y motivar, vuestra generosidad por apostar por lo incierto confiando tan solo en lo que nos mueve, el ansia por mejorar cada día…
Somos una gran comunidad Maite, no lo digo como envanecimiento sino como profundo agradecimiento por la suerte que tenemos al poder disfrutar haciendo lo que más nos gusta, educar con vuestra complicidad.
¡Vamos allá Maite!
Un abrazo enorme!
Compartimos la gran labor de modelar la enseñanza infantil, trabajando más con ellos, con los niños, sus emociones y valorando las diferentes competencias que van desarrollando a lo largo de su infancia. Nos parece un gran proyecto el que estas llevando acabo.
Un abrazo.
Siempre es una satisfacción encontrar profesionales con los que exista el nexo del afán de la mejora de la infancia. Encantada con vuestra presencia en esta bitácora de Educación Infantil.
Muchas gracias.
Un abrazo.