Emociones en educación infantil, una sorpresa, tercera experiencia de Amigo Árbol y primera que estrena el cambio de web de Escuela Infantil Gran Vía.
Cambio en la web
Que en esta ocasión el trabajo basado en proyectos consistiera en la construcción de nuestro armario «De Emociones» merecía una atmósfera festiva. No se estrenan herramientas para vivir mejor todos los días.
Atendiendo a las dos finalidades nos hemos esforzado,
- tejiendo una red sólida para educar para la vida; ese es nuestro armario de emociones,
- y ofreciendo, como siempre, una ventana para que os asoméis a ella en un espacio amable, atractivo y funcional. Nuestra querida web.
Y he aquí los resultados. La ayuda inestimable de Antonio Cambronero ha hecho que esta página de educación infantil palpite como un reloj. Ojalá os guste y os sintáis como en casa.
Trabajamos desde hace muchos, muchos años, para construir junto a las familias espacios de armonía y bienestar, queremos la mejor escuela para sus hijos, nuestros alumnos.
Mudarse de web es una tarea más de una maestra bloguera, es conexión y comunicación. Y la red cambia muy rápido. Aprender y adaptarse, transformando en la medida de nuestras posibilidades, forma parte del ser y estar de un educador actual.
Vivir la educación infantil como profesión y como interés prioritario, formar parte de ese gremio que incide de forma significativa en la vida de los otros, ser una militante incondicional de la interacción con los más pequeños de la sociedad con la finalidad de facilitar crecimiento, desarrollo y aprendizaje, es un camino que sabes cuándo empieza pero no tienes ni idea de qué senderos, encrucijadas, puentes, pasos… te va a llevar a transitar; de cualquier manera, tras muchos años empeñada en conocer a nuestros niños y niñas, unas veces más acertada, otras menos, ha permanecido como constante el ánimo por la ardua tarea de una mejora de la educación, una mejora humana.
Durante más de tres décadas de trayectoria profesional se han ido acumulando, en una larga lista, experiencias e inspiraciones, supongo que como a cualquier educador que dedica su vida a ese grupo tan especial que es el alumnado de una escuela infantil. Si bien esas experiencias llegaron a ser algo más que el sumatorio de recuerdos; fueron aprendizajes que poco a poco suscitaron un proceso de cambio, que no comenzó lanzando las campanas al vuelo ¡ya hubiéramos querido!
La tarea de la educación emocional nos suponía un desafío de tal magnitud que la alegría y la inseguridad se disputaban atropelladamente nuestros sentimientos; tampoco comenzó señalando a otros para que asumieran las finalidades que nos habíamos planteado, esta es una inercia demasiado común ¿verdad? Imponer a los demás lo que hay que hacer, y lo cierto es que tan cansados de que todo el mundo te quiera dirigir la vida, y que sin embargo se observe tan poco modelado, descartamos de plano la idea. Los sermones son aburridos y si encima no cuentan con el respaldo de la coherencia con las actuaciones consiguen el rechazo y la indiferencia.
No podíamos dejar al proyecto a merced de una mala transmisión de “su mensaje importante” para todos.
Hoy Escuela enREDada es una propuesta sensible a la naturaleza infantil.
La conformamos los que debemos pertenecer, todos, educadores y familias. Se alimenta de la contribución de cada uno de nosotros, sin excepción, todos somos necesarios. Y contamos con canales por los que la comunicación fluye. Más allá de cómo comen nuestros pequeños o de si han dormido o no, que también es importante, nos enfocamos en el cerebro y el corazón de nuestros alumnos.
Con atención a habilidades socio emocionales el desarrollo será integral.
Por estas razones que no son visibles, pero sí son las más determinantes en construcción humana, la escuela trabaja Amigo Árbol y Emociona T. Dos títulos para una actitud; una forma de ser, sentir y practicar la Educación Infantil.
Las emociones en educación infantil
EmociónaT, nuestra envoltura, es:
- que los niños puedan esperar lo mejor de nosotros para que pueda aflorar lo mejor de ellos,
- es saber que la infancia persigue la supervivencia a través de la conexión. Necesitan contacto, unión física y afectiva para progresivamente poder «separase»,
- tener en cuenta que los lóbulos prefrontales de los niños pequeños, que son los frenos cerebrales, no están maduros. La regulación de sus afectos pasa por la corregulación. La organización de su afectividad depende enteramente de la organización mental del adulto cuidador,
- que tratamos con el origen del «yo» y los niños necesitan adultos confiables y sintonizados en la satisfacción de sus necesidades sensomotrices, afectivas, sociales…
- que sin ternura, sin amor y sin diversión la primera infancia no se alimenta bien, no pueden aprender adecuadamente y viven hipervigilantes.
Gozamos de «estrellato» ¡Somos muy, muy importantes en el devenir de nuestros niños! ¿Qué modelado quieres ofrecer a tus alumnos?
Esta es una buena razón para revisar qué y cómo estamos abordando las relaciones con los chicos.
Sin negar el poder de la intuición en educación, el autoconocimiento es una ayuda de primer orden para el educador. Conocer bases biológicas del comportamiento y del aprendizaje, estilos de enseñanza, maneras y habilidades que poseemos para afrontar los conflictos… son los requisitos mínimos de ese viaje de introspección. En este blog se repite hasta la saciedad que en educación no vale todo y tomar conciencia de cuál es nuestro impacto en las emociones infantiles nos pone en el camino de poder entender y ayudar ¿no es esto la educación?
EmociónaT es un plan para vivir en nuestra escuela, es un plan para llegar a los niños de la mejor manera posible; «el pico y pala» de nuestro plan de educación emocional se enfoca en nosotros mismos.
El guión de Emociona T es:
- ¿Qué piloto quieres ser? Establecer el horizonte, el destino, las cualidades que queremos ayudar a desarrollar poniéndonos a disposición de la unicidad de cada uno de nuestros chicos.
- ¿Con qué maleta hago el viaje? Conocer las bases del funcionamiento de nuestro cerebro. Si somos piedra angular en la educación emocional, en esta etapa de la vida de los pequeños, parece necesario contar con información sobre cómo se construye esa afectividad.
- Mis pasajeros deben ser respetados. Sin comunicación efectiva la expresión y la escucha pueden ser una barrera en vez de un puente para la cercanía infantil. Lo que decimos y cómo lo decimos es seguridad y confianza o bien temor, desidia o culpa.
- El combustible. Revisar nuestra química en resolución de conflictos. La pasividad y la apatía, así como la ansiedad y descontrol son malos consejeros en el acompañamiento de vínculos saludables.
- Las vías, las autopistas, los caminos. Crear estructuras y formatos que garanticen los procesos de la vida cotidiana en la escuela atendiendo a los principios de conexión, respeto mutuo y aliento de la capacitación infantil. La armonía y la coherencia «se hacen» y «se expresan» en cada una de nuestras actuaciones; dejarlos al azar es cuando menos aventurado.
- Disfrutar del paisaje/aprendizaje cotidiano del estreno y puesta en práctica de nuevas habilidades. Si la conciencia es necesaria, la práctica es indispensable para el cambio. La mejora la vivimos como oportunidad para ello nos ponemos «las gafas» y buscamos las fortalezas, no nos desalentamos viendo solo el error y el déficit.
- Sin duda, atención y sensibilidad, la brújula de este recorrido.
Esta es la base sobre la que nuestra escuela asienta el plan de desarrollo emocional en Educación Infantil.

Amigo Árbol es también toma de contacto con nosotros mismos y además es involucrarse en comunidad como miembro importante y necesario. Es trabajo basado en proyectos y se muestra como una serie de experiencias en las que el dinamismo y la participación infantil son aval de aprendizaje y crecimiento.
Construimos el plan, la escuela de lo sencillo.
En esta tercera experiencia todo lo acontecido ha girado entorno a un eje ¡nos cuidamos! Y para cuidarnos adecuadamente hemos construido el armario de herramientas de educación emocional usando el mejor instrumento, la emoción de la sorpresa a través del juego.
Las emociones son la primera interpretación que hace el cerebro de los estímulos, ya sean externos o internos. Sin que nuestro cerebro superior tenga consciencia de ellas son capaces de movilizar la energía del organismo en tan solo dos sentidos, de acercamiento hacia aquello que las ha alertado o por el contrario, distanciándonos para garantizar la seguridad.
Todo el comportamiento parte de este primer escaneado que hace nuestro cerebro de la información. Si queremos ayudar a nuestros niños a interpretar lo que acontece, las emociones no pueden ser obviadas sino validadas e incorporadas a la estructura de la vida cotidiana en el centro.
Por ello cada una de las emociones básicas son abordadas con todo el protagonismo que merecen, cuentan con espacio propio en las programaciones y cuentan con reconocimiento en cada una de las relaciones y experiencias.
En la tercera experiencia de Amigo Árbol es la sorpresa la que nos ha acompañado de manera más significada.
La sorpresa es la emoción neutra que en pocos milisegundos concentra toda la atención en un estímulo. Es vital para el aprendizaje.
El mejor provecho que le podemos sacar a la formación y desarrollo emocional nos lo ofrece cada relación y actuación con los pequeños. Sería ineficiente, además de incongruente, dedicar tiempo a la conciencia e identificación si luego en las interacciones no modelamos y no permitimos que los niños puedan practicar aquello que con esmero hemos hecho constar en programaciones.
Amigo Árbol es sistematización y además es vida cotidiana, no renunciamos a ninguna de ellas; de ambas intentamos sacar rendimiento para el crecimiento de cada uno de nosotros.

Acción. Escuela laboratorio. Con el cuerpo, con la mente, con el corazón.
Provocar y aprovechar todas las oportunidades para conocer, sentir y desarrollar habilidad en el manejo de las emociones se hace:
- hablando sobre las emociones (por encima de todo, apreciando y validando las reales),
- permitiendo que se escuchen y expresen,
- poniendo nombre,
- reconociendo sus reacciones fisiológicas en nuestros cuerpos,
- fijándonos en los demás, constatando la influencia que podemos tener en ellos…
- asimilando, poco a poco, que los sentimientos deben ser comprendidos y que los sentimientos no son lo mismo que nuestras actuaciones. Si actúo mal puedo aprender a mejorar.
- Y creando, jugando a constructores de herramientas de bienestar para poder transitarlas o modificarlas.
¿Imagináis que nuestros niños poseyeran hábitos saludables de relación afectiva tan arraigados como el automatismo de lavarse la cara o cepillarse los dientes? ¿Imagináis que nuestros chicos sintieran que algo importante les falta cuando han actuado sin calma, sin pararse a descubrir qué sintieron, qué pensaron?
¿Y esto cómo se hace, cómo estaríamos en el camino?, asegurar que van a hacer siempre lo correcto no es el objetivo, sí lo es que tengan la oportunidad de acceder a las mejores de sus decisiones.
Creemos cada vez con más certeza que las experiencias que viven hoy son la plantilla de las decisiones del futuro. Muchas de las dificultades que encontramos los adultos en nuestra relaciones tienen a la base una construcción susceptible de mejora de ese «armario» de autoconocimiento y autorregulación en nuestra infancia. Los conflictos nos enfrentan a esa carencia.
Por ello ya es un clásico en la escuela, hemos descubierto en el armario de EmocionaT una hermosa forma de hacer la higiene del cerebro todos los días, cada vez que lo necesitamos, para que se mantenga saludable.
El armario es puro cartón y también pura ilusión por un mundo mejor.
Se construye en cooperación. Cuenta con espacio para todas las necesidades. Lo que está dentro, los niños lo saben bien, está hecho por ellos y para ellos. Son juguetes.
Juguetes emocionales.
Si queremos adultos que respiren y se tomen su tiempo antes de decidir hay que ejercitar esta habilidad, si queremos adultos que sepan poner humor a la adversidad, que tengan capacidad para evocar sus memorias de momentos de alegría cuando nos asalta la tristeza; si queremos adultos que tengan sentido lúdico de la vida y que afronten los problemas con creatividad, si queremos adultos que ayuden a sus semejantes, que posean herramientas de modulación emocional… hay que hacer la higiene del cerebro todos los días, cada día, hasta convertir en automatismos las competencias de salud emocional.
- Pelotas de amasar, pelotas de lanzar y rodar hechas con globos, con arroz, con papel ¡divertidas!
- Las fotos de la alegría, plastificadas para que absorban bien todo la manipulación que nos haga falta. Son las imágenes de momentos especialmente vividos como placer con los nuestros. En el malestar son una píldora inmejorable para recordarnos que las nubes pasan y que el apoyo de los que nos quieren es fortaleza cuando nos falla.
- Micrófonos para conversar, cantar, para pasar a otro y escuchar.
- Corazones con manos muy grandes que arropan, que consuelan, que acarician, que nos reviven a la relación.
- Nuestros amigos de los cuentos. Personajes plastificados, aquellos que tienen el poder de poner en marcha nuestra imaginación y fantasía. A veces no queda otra, alejarse de los problemas para verlos desde la distancia.
- Instrumentos musicales, los cascabeles invitan ¿a qué? Sencillamente, a sentirse como ellos.
- Las plumas son suaves, las cosquillas son provocadoras. Relativizar es una gran herramienta, la risa pone orden en el caos de la ira.
- …
No es solo cartón ¿verdad?
Hay un proyecto importante tras cada una de esas herramientas. La construcción personal puede empezar jugando a quererse más y querer mejor a través de sensaciones de bienestar que es lo que los niños de Educación Infantil necesitan y aprecian.
En el vídeo están, nos tenéis. El parque Juan Carlos I, descubrimiento y sorpresa. La escuela, recreando y convocando a nuevas experiencias. Desde un tapón, hasta un plato. Conexión con los objetos, conexión con las personas, organización mental en desarrollo. Vienen predeterminados para ello, nuestra labor es poner a disposición los medios y los entornos necesarios.
Control de datos.
Hemos querido influir en nuestros pequeños y lo hemos hecho intentando mediar lo menos posible en sus procesos de aprendizaje. Mostrando disponibilidad y ayuda cuando la necesitan, intentando ser aquello que les pedimos, modelos de comprensión, respeto y amor.
La perfección no existe, la necesidad de seguir aprendiendo, sobre las emociones en la educación infantil, para mejorar, sí que está presente en cada uno de los pasos dados.
Gracias por leernos.
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