Medio mes de julio ya consta en las páginas de nuestras vidas. Hace nada, con los nervios horadando el estómago por un AulaBlog12 muy especial para nosotras. Teníamos la oportunidad de compartir la experiencia vital y pedagógica que hemos gozado este curso de la mano de Escuela enREDada.
Cada presentación, no sé si debiera o no, he notado a mis espaldas la responsabilidad de transmitir fielmente la esencia y el esfuerzo del proyecto pero además he sentido el irreprimible deseo de dejar patente la invisibilidad del Primer Ciclo, sobre todo para aquellos que podrían mediar en su futuro. Así como también sentí que era oportunidad de deshacer una pequeña parte de esa madeja que se ha ido tejiendo con tópicos e ideas prefijadas sobre esta etapa, la más significativa en la construcción personal.
Del primer grupo, no voy a hablar, es verano y el tema es denso. Una administración educativa que siempre nos ignoró a los que sacamos durante muchos años en absoluta soledad, con mayor o menor fortuna, la etapa adelante y que hoy, además pone la gestión de las escuelas públicas en manos de multinacionales…
El segundo sí me interesa, las familias que tienen un mal concepto de la Educación Infantil. Es posible que el origen se remonte a que las escuelas nacieron en España como respuesta a la necesidad del adulto y la mala formación de los docentes de aquel entonces, no consiguiese trasladar que podíamos ser un beneficio para el niño (yo lo considero un derecho).
Pues esa otra mirada, abierta y generosa para las profundas transformaciones que puede lograr nuestro Ciclo, es la que va en mi equipaje allá donde nos requieran para conocer más de la escuela.
La mirada que prioriza la necesidad del niño, un niño europeo, del siglo XXI. Y Escuela enREDada focaliza toda su atención en él, sujeto inmerso en un contexto, miembro del equipo familia, miembro del equipo mundo. Nos interesan tendencias, opiniones e ideas, siempre que alienten desarrollo, maduración y autonomía. Nos interesan estrategias para paliar culpabilidades, frustraciones e incomunicación.
Un puzzle de sentimientos que Lara Romero (autora de la foto) supo ver bien y reflejar en la imagen que encabeza este artículo.
Desafortunadamente no pude asistir a todo el Encuentro. Comparto con todos vosotros el vídeo y de antemano pido perdón por el desboque de emoción final. Con los previos de este post tal vez os haya acercado al porqué.
Y agradezco de corazón a la organización y a todos los compañeros de AulaBlog, el cariño y buen hacer de un evento necesario e importante para la educación.
También en este medio mes, ya echamos de menos a algunos alumnos que a estas horas están disfrutando de merecidas vacaciones.
¿Vacaciones escolares largas, cortas, adecuadas? Una amiga, lectora de este blog y compañera en el grupo El médico de mi hij@, el otro día lanzaba al aire la inquietud.
De nuevo, necesidad infantil, necesidad adulta, frente a frente intentando soluciones que alivien a la parte más desfavorecida ¿O quizás no? ¿La sociedad ha sacado de la calle, del disfrute de lo natural, al niño como decía Tonucci? José Antonio Marina, también reivindica «ciudades más amables para los niños». Pienso que en este tema el adulto impelido por las mil razones que nos presionan, hacemos lo que podemos sin meditar mucho más.
¿Podemos, debemos?
Mientras lo pensáis, os cuento que de cualquier manera nuestra opción nunca suele ser el lamento por el lamento, no hace tanto decidimos ponernos el mundo por montera e influir, eso sí, con todo el empeño, en nuestra pequeña parcela de protagonismo. Si tenemos que hacer algo y podemos hacerlo ¡A por ello!
Quizás no la mejor, somos una de esas opciones para aliviar conflictividad en periodo vacacional. Vacío asistencial que cubrimos con buena voluntad. Los chicos están de vacaciones en la escuela. Podemos fustigarnos pensando que no están en el mar o corriendo detrás de un gato o mirar hacia ellos y ver qué tal lo llevan.
En el vídeo lo podéis ver, ese agua deseada no la tenemos, así es que hemos aprovechado otras maneras de experimentar y sentir ¿Cómo?
Abre tus sentidos y disfruta con lo que te ofrecen 😉
Agua de color, agua helada, en julio, en Madrid, en la escuela…
A mi lo de las vacaciones eternas y nuestra poca conciliación me trae de cabeza. Parto de la siguiente base: los niños son mios. Yo soy quien tiene que cuidarlos, educarlos, estar con ellos. Si, si, suena a madre hiperprotectora. No es así.
También tienen sus tiempos con amigos, abuelos, tios… Pero la responsabilidad sigue siendo mía. Y una cosa es estar un ratito con los abuelos y otra es: quince días con unos y otros quince día con los otros porque ni el padre ni yo tenemos 2,5 meses de vacaciones. Y hacer tetris permanentes hasta el próximo 10 de Septiembre.
Además (aquí viene lo peor) me gusta trabajar, me gusta mi trabajo. Y coger meses de permisos sin sueldo, semanas… Sigue sin estar bien visto.
Viendo otros paises, otros calendarios por otros motivos, ví que los niños en algunos paises, supongo que colegios semiprivados, tenían solo 1 mes de vacaciones. Y pensé: y en esos paises los niños que solo tienen 1 mes están peor, están más estresados??
En fin…
Y no, no es una crítica a los maestros. Tan dificil es enterderlo???
Besos Marisa.
PD: Qué es eso de hacer las ciudades más ambles para los niños? A veces me siento en inferioridad por ser de ciencias. Hay cosas que no pillo, jajajaja.
Pensando contigo Marta, ese era el objetivo de este post. Es cierto que hay países en los que las vacaciones de estío son más cortas, no en la totalidad del año (pienso en Francia que es un caso concreto que conozco). Distribuyen las vacaciones a lo largo del curso, puede que me equivoque en la cifra, pero una mamá de la escuela, profesora en el Liceo francés me comentaba que cada seis semanas, descansan una.
Para el tema asistencial sigue siendo un problema. Como bien dices los hijos son responsabilidad de los padres pero los padres trabajamos y en empresas que no se hacen cargo de la coyuntura familiar. Ideal sería que alguno de los padres o ambos turnándose pudiesen asumir el cuidado de los niños en periodo vacacional. Imagínate, parece que hablamos de utopía. Y sin embargo pienso que si la medida se pudiese racionalizar y sistematizar los beneficios redundarían en todos los sectores sociales ¿Cómo se hace? No lo sé.
Yo no veo tanto el problema en cantidad de tiempo como en que los chicos recuperen cotidianeidad infantil, sin obligaciones, con juego libre, en la calle.
Y de ese desamparo social, revestido de mil medidas aparentemente proteccionistas para la infancia habla un señor que se llama Tonucci, psicopedagogo, con unas experiencias interesantísimas en las que parte de la idea de que les hemos negado «la calle» a los niños, ámbito primordial de aprendizaje. Y lo pone en conexión con la escuela y nos dice que para hacer una enseñanza en condiciones hay que llevar la experiencia de los chicos en la calle a la escuela y partir de ella y conectar con sus intereses y así dar vida al aprendizaje.
Te copio palabras suyas, verás como te gustan «la escuela tiene que reconocer las competencias de los niños, ya que las desarrollan desde el momento mismo en que nacen. La educación debe fomentar esos conocimientos, incentivar la curiosidad e inquietudes para ayudar al niño a crecer sin perder su esencia que lo hace tan particular y que es su habilidad para jugar y no cansarse».
Me acordé de él en mi escrito porque las vacaciones son sólo un aspecto más de este «olvido» enmascarado de proteccionismo de las verdaderas necesidades de la infancia.
Si tienes un rato este verano, pásate por esta página http://www.lacittadeibambini.org/spagnolo/interna.htm/
Soñar es gratis aunque hay gente que se deja la vida en intentar dar realidad a algún sueño 🙂
¡Seguimos pensando en ello y en la medida que podemos, haciendo posible disfrutar!
Besos Marta ¡Feliz verano!