
Nada más recibir el correo de la Positive Discipline Association con el reconocimiento de Escuela Gran Vía como Lab School en Disciplina Positiva, escribía en redes sociales:
Quizás alegría, tal vez alborozo, no sé… ¡saltaría de la emoción! ¿Orgullo? COMPROMISO esta es la palabra!!! Reconocimiento de Escuela Infantil Gran Vía por la Positive Discipline Association como Lab School. Es un sello que confía en el esfuerzo de los centros escolares, en la intención de implementar ampliamente la Disciplina Positiva. Se inicia a nivel mundial un proyecto que promueve las estrategias y prácticas de Disciplina Positiva para alentar, nutrir y enseñar importantes habilidades académicas, sociales y emocionales impregnando las relaciones de filosofía adleriana en la cultura y el clima de toda la escuela ¡GRACIAS!
Me he tomado un tiempo para publicar este artículo para que nazca de la emoción y también de la serenidad.
Este reconocimiento abunda en la línea de un compromiso que hace muchos años decidió este centro, reservar su energía para invertir en lo más valioso.

El poder de la intuición
Esta web por donde quiera que se mire cuenta nuestra historia, unas veces mostrando lo que tenemos entre manos, muchas más para abrir nuestra labor a las aportaciones de tantos. El hilo conductor no es invisible, hemos enfocado la tarea de educar desde el amor a nuestra profesión. Cuando nos damos tiempo para reflexionar sobre lo que necesita de verdad la infancia, mucho de lo que ya estamos haciendo se revela como beneficioso. Y esto nos ayuda a consolidarlo. Y si dejas vagar la mente por las experiencias del día a día también aparecen señales de lo que no tiene sentido en los primeros años de la vida.
Hay muchos renglones escritos en este espacio que plantean los innumerables desafíos que supone la #EducaciónInfantil en la mente y el corazón de una educadora».
Los inicios de nuestro proyecto fueron frenéticos
Hubo un momento en el que cambió nuestra percepción y perspectiva. Pusimos patas arriba todo el proyecto de la escuela. Otra versión era posible. No fue fácil. Y la estrenamos, seguimos construyéndola, juntas muchas personas.
Nos concentramos y nos permitimos escuchar el corazón para apreciar nuestra relación con la naturaleza de alumnos y alumnas.
Escuela enREDada contó con la intuición y se dejó llevar por ella.
Los niños pequeños necesitan ser atendidos, amados y respetados para crecer bien. Esto que parece una obviedad se ha convertido en un bien escaso; no porque no cuidemos la infancia sino porque no la cuidamos como merece.
Añadimos a la intuición las ganas y la voluntad de cambio en nosotras mismas. Y fuimos experimentando el poder transformador de ofrecerle al cerebro experiencias nuevas para aprender habilidades distintas de las instaladas en nuestra praxis.
La clave, en nuestro caso, ha sido no perder de vista el horizonte. La educación no es pisar el acelerador de las competencias cognitivas; tampoco es guardar niños (triste esta mirada) Es un camino en el que crecemos como personas, lenta y mejor si es armónicamente.

La primera infancia
No hay un día sin inspiración en Educación Infantil.
El mundo actual a veces parece una ilusión óptica de bienestar para la infancia. Sin embargo vivir entre gente que se mueve en la vida desde los 70 o 100 centímetros de altura, te ofrece otro paisaje que no te deja indiferente. La infancia del presente traslada un mensaje rotundo. Hay insenceridad en la vida de los niños.
«Ver» a los niños para «sentir a los niños».
Este enunciado puede sobrecargar nuestra responsabilidad; sin embargo obviarlo, no tener en cuenta qué relaciones se establecen entre los educadores y los pequeños, puede alejar a los niños de la oportunidad de construir mentes saludables.
Todos los procesos experienciales del niño se materializan en las neuronas de la incipiente mente infantil, condicionando su conducta futura. Las habilidades motoras, afectivas, artísticas, intelectuales… todas deben ser cimentadas en este periodo y luego desarrolladas mediante el ejercicio adecuado”.

Hablamos pues de que, en los primeros años, construimos los circuitos básicos sobre los que se asentarán los más complejos de la arquitectura cerebral; sentamos las bases de nuestro modo de entender y abordar la vida. Esto parece lo suficientemente importante como para corregir aquello que decía el profesor Bosh Marín de que la primera infancia es la etapa más descuidada, ¿verdad?
Pues bien, este es el gran privilegio de este tramo de edad, hay poco firme, casi todo está por decidirse. Y no hay día que pase que no piense qué sensaciones, qué imágenes, están nutriendo cortezas cerebrales hambrientas de estreno.
Vulnerabilidad en nuestras manos».
La metamorfosis, hacer lo mejor que se pueda en el espacio pequeño de tu zona de poder.
No se trató de elaborar un proyecto para alejar el pasado, metamorfoseamos para vivir un mejor presente y dejar definitivamente de lado prácticas irrespetuosas en educación.
Ser agentes de transformación social supone también el vértigo que a veces no deja que te permitas las sensaciones espectaculares del trabajo hecho con amor aunque no siempre sea exitoso.
Ahí andamos, tras el coraje de la imperfección. Aprendiendo a saborear tanta alegría como nos rodea en el arte de enseñar a ser humano».
A nuestra intuición se sumaron la información y la investigación. Disciplina Positiva y Neurociencia son las fuentes nutritivas de Escuela Gran Vía. Proveedores de conexión desde el estudio, la intencionalidad, el compromiso y el amor a la infancia.

¿Cómo se ayuda a los niños en una escuela con Disciplina Positiva?
Los maestros junto a los padres pueden marcar la diferencia ¡Apegos saludables en los centros escolares! Escuelas gimnasio de habilidades socio emocionales.
Priorizar es una de las tareas que más energía cerebral consume. Tal vez por eso, una vez decides finalidades y estrategias, luego se usan años y años sin apreciar el impacto. Sin embargo merece la pena someter a valoración las tareas de las escuelas infantiles y emprender lo que supondría una gran revolución de humanización.
Atender sus necesidades:
- Un sentido de pertenencia e importancia.
- Poder personal apropiado.
- Disciplina que enseña (es amable y firme al mismo tiempo).
- Habilidades sociales y de vida.
¿En qué nos centramos? ¡Revisar las actitudes, hacer cambios en la caja de herramientas!
- ¡Ellos y ellas tienen otra manera de SER en el mundo! Entender su naturaleza, conocer y responder sintonizadamente a las necesidades, mostrándose presentes, disponibles y responsivos. La infancia «se cuece a fuego a lento». La importancia en infantil la tiene el proceso, no los resultados.
¿Cómo se hace? Elige cuidadosamente tus batallas… los niños pequeños no pueden hacerlo
- Simplifica, hay muchas cosas en la escuela que no son importantes para los niños en este tramo de edad. Si la vida en la primera infancia es menos compleja todo es más fácil. La urgencia solo forma parte de «tu equilibrio», no del suyo.
- Asegura que llega a cada alumno «el mensaje de amor», ¿cómo lo envías cuando te incomoda su comportamiento?».
- ¡Llena la escuela de muestras de empatía! ¿Cuentan tus alumnos con tu comprensión? Los niños notan cuándo no la tienen. Y si fuera así ¿quién les pondrá nombre a sus emociones, quién será su lector de mundo?
- Son inseguridad ¿les llega tu aliento y confianza o se engorda su sentimiento de incertidumbre? Cada día puede ser un manojo de oportunidades de capacitación, si las aprovechamos además queda asegurada su pertenencia.
- Piensa qué priorizas en tu aula ¿deseas obediencia y silencio? Si esta es tu necesidad, ellos no pueden, ni deben satisfacerla. Mira cómo puedes hacer cambios para crear atmósferas de fortalezas.
- No cuentan con autorregulación ¿Cuántas veces nos lo tenemos que repetir para convencernos? Les abruman las emociones, pueden sentir mucho temor ¿Conocen tu calma? Su calma es tu calma. Existen limitaciones, claro; son muchas las tensiones y los conflictos y nosotros no somos una balsa de aceite. Maximizar escenarios de bienestar exige autocuidado y prácticas de higiene cerebral. Disciplina Positiva nos da a conocer poderosas herramientas para ser educadores alentadores.
- Cuando un niño «se porta mal» es cuando más nos necesita ¡Deja de tomarlo por lo personal! En los primeros años, el comportamiento de un niño tiene más que ver con el desarrollo que con el «mal comportamiento»; los niños pequeños, no están cualificados y necesitan una disciplina que muestre/enseñe. Destierra de una vez por todas la violencia en la vida de los niños ¡No castigues!
- Los niños actúan mejor cuando se sienten seguros. Entornos libres de miedo y culpa. Ya no es creencia, es imprescindible promover cerebros afirmativos en las escuelas ¿comunicas con su hemisferio derecho para asegurar receptividad o le hablas al izquierdo que todavía está completamente inmaduro? ¿Lo haces preguntando o presionas con la orden? ¿Invitas a la escucha o a la resistencia?
- El respeto a la autonomía tienen relación directa con el autoconcepto y con la futura autoestima. El estilo de aprendizaje, la manera en la que abordarán los problemas, sus creencias sobre la seguridad y su capacitación son el reflejo el apego que establecen con el educador. Revisa cómo enfrentas los conflictos, la forma en la que lo haces habla de la calidad de la conexión con tus alumnos.
- Reconocer que un niño puede estar tratando de resolver un problema con las únicas herramientas que tiene puede cambiar a un maestro de controlar y «manipular el comportamiento» a enseñar y confiar.
- ¿Crees que la atmósfera en tu clase podría mejorar si te centras en los actos positivos y en la contribución? ¿Cómo podría eso afectar al comportamiento?

Alianza con las familias
Ha habido entre esos párrafos del pasado y estos de hoy mucho, mucho empeño. Contar con otros, con todos los que formamos esta comunidad, era suponer que los demás también deseaban un paradigma distinto para abordar primera infancia en la escuela.
Las relaciones de afinidad, en un principio, estaban solo en mi mente, quedaban sujetas al azar. No sabía entonces que mi necesidad no era singular, era también la de los progenitores.
La escuela se abría a la realidad de sus gentes.
Funcionó, podemos decir con orgullo que somos una comunidad construida con pico y pala y mucho respeto a la infancia. Hacer de un centro de Educación Infantil un entorno relevante para los niños empieza por ahí, por construir desde la afectividad.
Somos una gran familia, esa es nuestra mayor fortaleza; no somos una escuela a la usanza, sí hemos trabajado mucho para que las personas que forman parte de este centro se sientan en casa. Una casa que cuida niños y niñas, que atiende, que quiere, que se empeña y que unas veces logra y otras sigue intentándolo.
El proyecto de Escuela Gran Vía es singular. No nos distancia, nos vincula.
La propuesta de nuestro diseño de “cuidar y mimar el trato humano”, ayuda a todos a movernos en pos de actuaciones que sientan bien a los niños desde un mejor estado de ánimo de los adultos.
Con ello, todo puede funcionar mejor.
#CuidarInfancia, relaciones y entornos seguros
Cuidar la infancia es el reto y para ello modelamos el respeto, la aceptación de la diferencia, la comprensión, la tolerancia, la resolución pacífica de los conflictos, el amor y el perdón. Este es nuestro compromiso.
Trabajamos para y por el cambio, el de infantil y el de la sociedad. Y esto entraña empezar por nosotras mismas como personas que han elegido la docencia. Trabajar con niños pequeños es satisfacción y también estrés y agotamiento. Casar ambas emociones es el reto.
Esta es la razón por la que ser un educador enREDado es, entre otras cosas, mantener vivas las ganas de aprender.
Enseñemos a los niños a reafirmarse y a entender que creemos en ellos y en su capacidad para manejar por sí mismos las situaciones. Así podrán descubrir lo fuertes y lo capaces que son, aunque no lo sepan». (Daniel Siegel)
Contando historias para entender el mundo
Los niños necesitan JUGAR. Dedicamos tiempo para que los pequeños disfruten de «asuntos propios».
Nutrimos esta necesidad con un proyecto que goza de la capacidad de tener en cuenta a los niños, Amigo Árbol. Se convirtió en la batería energética para respetar la manera de ser y estar en el mundo de la infancia. Y supone un excelente entrenamiento sensorial y de un gran abanico de habilidades. La creatividad nutre cuerpos y mentes.
Aparentemente es un tronco leñoso, sí, es un árbol que habita en la escuela, que crece y se activa con el trabajo de todos.
Contamos historias de calle a nuestros alumnos, se ponen en marcha en la calle, las reconstruimos en la escuela. Vamos sin guión preestablecido a entornos de la ciudad, lo que nos vale es lo que el medio provoca en los niños. Mientras, nosotras, atentas a la expresión de sorpresa y asombro, recogemos intereses en los que enlazaremos el proceso de enseñanza aprendizaje.
Contamos historias que proveen de los matices de la vida real y alentamos la resonancia en el complejo mundo psíquico de nuestros alumnos.
Dejar abierto el programa de “la salida” a lo que suscite el roce de los niños con la naturaleza dota al proyecto de la flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades infantiles. Deja el proyecto abierto a emociones merecedoras de todo nuestro respeto, las que sienten los niños en conexión con ambientes potentes en educación, los reales.
Cada historia es casi simbiosis física, sensorial, emocional, social. Cada historia es un paso, un bálsamo para la natural inseguridad infantil ampliando vínculos y sintiendo el uso de habilidades personales.
Momentos mágicos con pócimas sencillas. A la base, siempre, el juego.
Y todo esto ¿nos sale bien? No, siempre no. Lo intentamos, lo perseguimos, lo tenemos como horizonte y brújula. Una veces somos las educadoras que ansiamos ser y otras se nos olvida implementar el deseo y fluyen los automatismos de antaño. En estas ocasiones, nos armamos del coraje de la imperfección y aprendemos con la oportunidad del error.
Agradecimientos
Los procesos de cambio, los logros, los mejores momentos, son el resultado del empeño de todas las personas que han formado parte y que siguen contribuyendo a que esta sea una escuela gran familia.
Sin la generosidad y complicidad de los progenitores nada hubiera sido igual. No es fácil dejar de lado el confort de lo conocido y aventurarse, apostar, por habilidades y estrategias que, si bien suenan maravillosamente, pueden generar incertidumbre y cierto reparo. Probemos, es un hermoso experimento, un mundo más humanizado.
Gracias a mi equipo que ha hecho posible este hermoso recorrido.
Gracias a la Positive Discipline Association por la confianza y el aliento incondicional, gracias a la comunidad de Disicplina Positiva España por ser cada día motor de aprendizaje colectivo.
Y gracias a todas las personas que han confiado y alentado con retroalimentación y cariño nuestro aprendizaje como escuela de lo sencillo.
Sin ser MAGIA el arte de la varita solo es visible cuando se aplica con sutileza, ante las dificultades, con un esfuerzo prologando, escapando a un mundo fantástico que casi encontraremos utópico. Es fácil que no se aprecien logros inmediatos en la realidad. No importa, perseverando aparecerán los efectos.
Escrito con agradecimiento y amor.
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