• Skip to main content
  • Skip to primary sidebar
  • Skip to footer

Escuela infantil en Madrid

Guardería privada y Escuela Infantil bilingüe en zona Hortaleza de Madrid para niños de 0 a 3 años de 7,30 a 19h. Visítanos!

  • Proyecto
  • La Escuela
    • ¿Cómo trabajamos?
    • Equipo
    • Visita la escuela
    • Más información
  • Disciplina Positiva
    • Talleres de Disciplina Positiva
    • Talleres Extraescolares
  • Blog
    • Disciplina Positiva, habilidades emocionales
    • Educación infantil en la escuela
    • Trabajo por proyectos
    • Salud y alimentación.
  • Contacto
  • ¿Hablamos? ¡Llámame!

Esta ley de educación no funcionará.

11 noviembre, 2012 Por Marisa Moya 4 Comments

Compartir es bueno...

0 shares
  • Comparte
  • Tweet

Retiro-e1352658268463 Esta ley de educación no funcionará.

Si yo fuera niño y tuviera la capacidad de elegir el sistema educativo que me ayudara a ser persona estaría profundamente decepcionado con la oferta que la sociedad española me ofrece. Pero no solo ahora, la frustración viene de lejos.

Para que tal aseveración no se quede como un arranque oportunista este post es un intento de darle sustento con una valoración que no voy a ocultar, me ha costado trabajo, moviéndome entre la pena y el ejercicio, no sé si lo lograré, de la necesaria introspección como docente.

Ni la LOGSE, ni la LOE, ni la LOMCE, nos sacaron, ni nos sacarán del atolladero en el que nos encontramos.

  • Tendríamos que ser capaces de vernos en el espejo  y con la distancia suficiente para que posicionamientos ideológicos consolidados y hábitos inmutables no nos retengan y distraigan de lo prioritario.
  • Tendríamos que sobreponernos y superar que somos hijos y nietos de una dictadura de 40 años y que nos agarramos como a un clavo ardiendo con todo el ansia natural, humana y merecida a la palabra libertad…

¡No me digas que depende de eso!

Pues en buena parte sí y creo que no soy simplista en la apreciación. Recalcitrantes del inmovilismo o los que se ven por encima del bien y del mal porque se rodean de aires de libertad, unos y otros posicionados, enfrentados y atados a la travesía hacia la madurez democrática.

¡No me digas que me estáis haciendo víctima de eso!

Pues no queda ahí, la Administración educativa elaboró una ley hermosa (coge cualquier enunciado de la LOGSE, dime que no eres capaz y gustoso de suscribirlo), contenidos, metodología, pautas y estrategias… amalgama de la crema y nata de los mejores en educación. Filosofía y espíritu de Decroly, Piaget, Montessori, Freinet… asomándose al siglo XX. De ellos está llena…

¿Y cuándo hicieron la ley pensaron en quién le iba a dar realidad para mi?

Ese fue el gran error, las leyes tienen que servir para la vida. La teníamos que llevar a cabo hombres y mujeres profesionales de la docencia.

¡Anda! ¿Y qué formación teníais? ¿Estábais capacitados para el reto? ¿Se pensó que era imprescindible habilitar para desempeñar tan ideal función? Imagino que promover aprendizaje, tener conocimientos relacionados con mis necesidades, las de ser único e irrepetible, potenciar condiciones óptimas para que yo me desarrollara de manera integral, necesitaba un profesional muy dotado.

¿De verdad sabíais hacerlo? ¿Conocíais mi psicología y la pedagogía para garantizarme proceso de desarrollo, atender mis posibles alteraciones, guiarme y supervisarme cuando la conducta no fuera adecuada? ¿ Y de mi motivación, también estábais facultados para generarla, atraparla y no perderla?

¿Sabíais cómo organizar lo que la ley decía que nos convenía? Porque claro la ley era profundamente optimista, me aseguraba una evaluación tan continua que nada se interpondría para el salto de un curso a otro.

Ahí, tenéis que reconocer que no os enterasteis de nada. Un pelotón de profes que en vez de optimizar y dinamizar  con valoración de todo el proceso de enseñanza – aprendizaje, para modificar y mejorar, se empeñaron en multiplicar controles para medir solo resultados. Ya sé que muchos siguen pensando que lo que les hace mejores docentes son las explicaciones magistrales y las notas de sus alumnos. Yo sin embargo le pondría la medalla de campeón al que conoce a sus chicos, al que mejor realiza sus funciones, estímulo, autocontrol, ayudar respetando el derecho del alumno a observar, experimentar, reflexionar, buscar, descubrir…

Pero niño sé realista, cómo íbamos a saberlo si aunque tuviéramos las mejores de las intenciones, grabadas a fuego en nuestras neuronas se habían establecido conexiones que nos formaban con la misma información que al docente del siglo XIX. Bastante teníamos y tenemos encima, brecha generacional, más la mayor brecha social que ha existido en la historia. Fíjate que desde que os ha dado por esos «dichosos aparatos» que han captado todo vuestro interés, os relacionáis, disfrutáis y aprendéis sin fronteras, sin ideologías, sin límites… ¡Madre mía!

Menudo lío, atender a una generación sin saber para qué os tenemos que preparar. Dicen que hay que enseñaros a aprender a aprender. Pero por favor, si resulta que eso supone un cambio radical de actitud, explícame de qué otra manera puedo enseñarte a ti.

¡Por ahí, por ahí, eso creo que sería una medida acertada! A ti y a mi nos haría bien, eliminaríamos de un plumazo una cosa que desorienta mucho, se llama incoherencia y se fundamenta en la contradicción.

Bueno, menos mal que vamos logrando algún punto de encuentro ¿pero sabes? no somos dos. Hay alguien decisivo para tu formación y para que yo pueda desarrollar mi trabajo en terreno fértil, es la familia.

Tus hábitos, comer, dormir, relacionarte, tu lenguaje emocional, tus valores y principios, tu lenguaje moral, el respeto, la comprensión, la tolerancia, la solidaridad… son prioridad en la «agenda familia». Pero creo que al igual que a nosotros, los docentes, a ellos también se les desdibujaron los límites entre las obligaciones y los derechos. También tuvieron y tienen travesía en busca de optimización y creo que también se han hecho un poco de lío.

Hay palabras que suponían y suponen urticarias, una de ellas es autoridad, se empezó a rechazar por confundirla con autoritarismo y mira dónde hemos llegado, solo tienes que mirar al despiste de muchos jóvenes y adolescentes. Claro que otra vez los adultos nos equivocamos en los remedios, nos creemos que una ley nos hace dignos de respeto y nos devuelve la ahora anhelada autoridad ¡Ay madre que no nos enteramos!

Todo porque en España somos así, bicolores y claro en ese camino de infortunios para ti, solo se nos ocurre o la laxitud educativa o la controladora.

Así eres el niño de todos y el niño de nadie. Pases de bola en responsabilidades y luego niño hipermedicalizado, niño sujeto de psicólogos y psiquiatras, niños solos.

Y así seguimos, con un fracaso escolar espeluznante fruto del desfase entre la demanda cultural que estipula la sociedad, un programa oficial autista y el nivel real de predisposición y formación de familias y docentes.

¿Había que pasar por ello?

¡Menudo susto tengo encima! ¡Es que ¿sabes? estoy en medio, perdiendo mis posibilidades para enfrentarme a mis retos!

Pues vamos a ver entre el continuismo con la manera de hacer de hace dos siglos y los intentos por optimizar la educación, era necesaria esta travesía que los partidos de turno, mediatizados por resultados electorales no han aligerado de carga. Las leyes han abundado en nuestras debilidades, las han evidenciado, no estaban hechas para nosotros, nos quedaban muy grandes. Esto da pie a que los que las denostan o a los que tienen poca fe en que podamos resolverlo pidan, exijan o legislen para el retroceso y el retranqueo…

  Lo que en otro entorno hubiera podido ser estímulo aquí se volvió losa.

¿Entonces me vais a dejar sin respuesta a un derecho vital?

Me temo mi niño que de momento sí, de momento tenemos un conflicto que no sabemos superar…

NOTA: Este post quiere dar respuesta a una invitación que Jesús Garrido me hizo para comentar un artículo suyo «El sistema educativo en España»

Y la imagen del post es una pequeña muestra de agradecimiento a un profesor que hace treinta y tantos años sí encontró el camino para atender con dignidad a sus alumnas. Sin duda, mi post no recoge a muchos como él pero están y son.

 

Entradas relacionadas:

  1. Mayo, un final de cuento.
  2. Escuela enREDada en el Encuentro de Buenas Prácticas TIC en Educación #bbppcita
  3. VI Encuentro de usuarios de PDI, #escuelaenREDada #citapdi
  4. Fin de curso 2013- 2014 #escuelaenREDada

Filed Under: Educación infantil en la escuela Tagged With: Docencia, Educación Infantil

Recibe nuestras noticias

    Acepto la política de privacidad

    Reader Interactions

    Comments

    1. Oscar says

      11 noviembre, 2012 at 20:56

      ¡Cuánta razón Marisa!
      Nos lo has explicado divinamente. Esperemos que recapacitemos entre todos y dejemos de marear a los docentes, alumnos y familia, con leyes contradictorias cada cuatro u ocho años, porque se anteponen intereses partidistas al interés general. Esperemos que se asigne el presupuesto adecuado, la educación NUNCA puede ser un derroche, siempre es una inversión a largo plazo pero de ALTA rentabilidad.

      Gracias por el post,

      Responder
      • Marisa Moya says

        11 noviembre, 2012 at 21:05

        Óscar qué ilusión me hace tu visita, la tomo como muestra significativa de que lo podríamos conseguir si el enfoque se cambia. Familias y escuela somos decisivos en la vida del niño, podemos trabajar de otra manera, solo hay que intentarlo sin resabios y sin prejuicios.
        Completamente de acuerdo, la educación es la mejor inversión de futuro, esperemos leyes adecuadas que generen formación docente y actualización, que doten de recursos indispensables para mejorar el entorno en el que se desenvuelve la práctica educativa de las aulas del siglo XXI y sobre todo que hagan sentir al docente la motivación que tan alta empresa como la enseñanza requiere.
        Un abrazo enorme y muchos besos para todos!!!

        Responder
    2. Pablo says

      20 noviembre, 2012 at 10:36

      Excelente. Me has permitido disfrutar de dos cosas: de la inteligencia de un puñado de buenas ideas bien contadas, y de la alegría de sentirme menos solo en este trabajo.

      Responder
      • Marisa Moya says

        20 noviembre, 2012 at 13:05

        Hola Pablo, la sonrisa ha aparecido en mi cara al leer tu comentario. Este no es un post que me resultara fácil, entre el desasosiego y la pena, sin querer renunciar al optimismo aunque la realidad insista en llevar la contraria.
        Y tu comentario, breve pero sumamente empático, alivia. La sintamos como la sintamos, la educación de tanto chico todos los días apuesta por nuestro trabajo…
        Muchas gracias.

        Responder

    Deja una respuesta Cancelar la respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Primary Sidebar

    • Facebook
    • LinkedIn
    • Twitter
    • Vimeo
    • YouTube

    Recibe nuestras noticias

      Acepto la política de privacidad

      Más vídeos en nuestro canal de YouTube

      Archivo anual

      Entradas recientes

      • ¿Cómo es el proceso de vinculación a la escuela?
      • Bebés en los colegios, una ganancia con precio muy alto.
      • Carta de Reyes, la comarca del espíritu
      • Sentirse seguros, inicio de curso 2021-2022 #CuidarInfancia
      • II Congreso Montessori y Disciplina Positiva

      Footer

      Sobre nosotros

      Somos la Escuela Gran Vía, instalaciones entrañables y un equipo de educadores para los que el amor a la infancia es cortesía de la casa.

      Creemos que la infancia es el tiempo más hermoso de la vida. Ponemos todo el énfasis en lograr ambientes emocionalmente armónicos.

      Contacta con nosotros

      Marisa Moya

      La fuerza motriz del trabajo educativo en la Educación Infantil es una mirada abierta a las posibilidades de cada niño, portadores de potencialidades por desarrollar y por estimular. Estas potencialidades devendrán en desarrollo de capacidades en función de la estimulación recibida. Ésta es nuestra tarea, compromiso y responsabilidad. Más info...

      Marisa Moya - Licencia Creative Commons - Aviso Legal - Política de privacidad - Política de cookies - Declaración y preferencias de cookies - Condiciones generales