Cerramos el tercer curso de escuela enREDada. Aun así no paramos, tan solo las programaciones tocaron a su fin. Pasamos página pero toca una mirada reposada, objetiva, que revise aciertos y errores, que salve lo que nos hace crecer y que se pose sobre lo que nos limita o resta motivación. Sin evaluación no habría posibilidad de decisiones sabias para el futuro.
No cuesta echar la vista atrás, aun me parece que septiembre fuera ayer. Esto de la sensación sobre los meses, días y horas no mejora con la edad, los años se escapan como agua entre los dedos.
Septiembre y sus retos, conocerse fue el primero. Desde que somos esa familia educativa que nos enREDa, la adaptación ha mejorado sensiblemente. Contamos con herramientas que nos acercan, en imagen, en vídeo, en texto, en persona… toda la disposición para que los padres no se pierdan tanto de la vida de sus hijos. Son tantas las cuestiones que debemos compartir que ya no entendemos otra manera de educar que no sea contar con el conocimiento exhaustivo por parte de los progenitores de todo nuestro quehacer. No es posible educar sin que el niño nos viva a ambos núcleos desde la coherencia. Aunar esfuerzos y uniformar objetivos e intereses. No es labor de un día, no es sencillo, pero es obligatorio intentarlo.
La tinta con la que se escribe la planificación de un modelo educativo como Escuela enREDada no es para rellenar programaciones que respeten el currículo oficial. Cuando quieres llevar a la práctica experiencias que mejoran y amplían la profundidad del desarrollo mediante metodologías prácticamente inexploradas en el Primer Ciclo de Infantil (integración TIC y trabajo basado en proyectos), no sirve un listado de objetivos educativos a la antigua usanza, es necesario contar con otros propósitos, técnicas e instrumentos que nos van a ayudar a materializar interacciones, relaciones con objetos, entornos y personas, que enseñen a vivir.
No nos interesa lo meramente escolar, nos motiva e inspira la experimentación, la comprobación, la cooperación y la solución de problemas mediante experiencias complejas que faciliten el desarrollo integral.
Para algunos somos atrevidas, no digo que no, pero creo que tan solo estamos respondiendo a un compromiso que adquirimos como docentes del Primer Ciclo, acompañar, preparar y guiar para que «sean» y se sientan capaces y valiosos, parte significativa de un grupo humano dedicado al descubrimiento. Y no penséis que cumplir con la responsabilidad es aburrido, nos hemos dedicado todo el curso a hacer lo que nos gusta. Las tareas con la PDI siguen añadiendo posibilidades y materiales nuevos al proceso de aprendizaje. Niños que tienen una percepción más real, más completa de su mundo. Las tareas del trabajo basado en proyectos deberían ser imprescindibles en la etapa de Infantil, todo lo que reste al niño acceso a la realidad, oportunidad de observar la relevancia de las cosas, explorar las alternativas, tomar sus decisiones, valorar los resultados… es negar la oportunidad de adquirir confianza en sus procesos cognitivos, de afianzar la autonomía que le dota de una percepción positiva de sí mismo y de preservar su iniciativa. Esta última es la palabra que tantas veces se nos olvida a los adultos en la educación… la iniciativa infantil. Nos empeñamos en resolver todo por ellos y al final deciden que ellos no saben o no pueden ¿Un componente más del fracaso escolar?
Mima MADRID ha sido el proyecto de este curso para poner en contacto a los niños con su ciudad. En muchos entornos no nos han querido, somos pequeños dicen, en otros nos han mirado como visitantes inusuales ¿es la ciudad solo para adultos? De cualquier manera la hemos hecho nuestra. El hilo conductor, el arte, la naturaleza y la persona. La vida.
Lo hemos compartido todo con vosotros, nos habéis visto subir y bajar del bus, adentrarnos en rincones de lectura, dejarnos mimar por bomberos, sentirnos en el paraíso con Alondra Bentley, integrarnos con las plantas y los animalillos, esculpir y pintar momentos de disfrute y aprendizaje.
Este curso trajo sorpresas. Escuela enREDada tiene magia, es comunicación y así lo consideran ya muchos otros profesionales. Comunicamos en un evento de Asus para madres blogueras, una maestra de escuela les estuvo contando esta forma de educar. Me sentí cómoda porque sentí la receptividad al trasladar el mensaje enREDado. Cuando se conoce se le quiere porque el proyecto convoca a aportar en comunidad y el propósito no puede ser más importante, mejorar la vida de nuestros chicos. El canal Córdoba Internacional nos hizo un hueco que aprovechamos encantadas. También la institución educativa SEK se hizo eco de nuestro empeño en comunicar y nos invitó a sumar información en sus jornadas sobre nuevas tecnologías. De nuevo acudí, estuve en mi entorno, un aula de Infantil y profesionales docentes. En la radio, hablando sobre nuevas tecnologías y educación, de la mano de mi buena amiga Luz. Más relaciones enREDadas…
Lo nuevo y lo viejo, la experiencia y la savia nueva, de la mano, presente y futuro. Formación dual en la escuela. Prácticas de cursos de integración de las nuevas tecnologías, prácticas de los futuros educadores de Infantil ¿Qué decir? Como bien podéis imaginar aprendizaje en ambas direcciones.
Un año muy especial para un miembro del equipo de la escuela, Jesús Martínez, ha escrito su primer libro ¿No lo has leído? No dejes de hacerlo, #recomiendo.
Quizás la gran novedad ha sido la llegada a la vida de la escuela de una enseñanza que viene a corroborar lo tantas veces escrito en este blog, educar es la mejor herramienta para cambiar el mundo y podemos lograrlo practicando estrategias que no cercenen la autoestima infantil. Disciplina Positiva es crear relaciones humanas en las que los niños nos perciban cercanos, confiables y respetuosos.
Límites sí, consensuados, teniendo en cuenta al niño, sin castigos, sin amenazas, sin avergonzar… promoviendo cooperación, alentando la capacitación.
El primer taller tuvo lugar en la escuela. Fuimos anfitriones y 25 personas de toda España nos certificamos como facilitadores. A partir de ahí mucho trabajo en la sombra, necesité leer, necesité investigar, necesité formarme. Cuando aparecía en agenda un día más elástico también compartí, con familias en la escuela, con publicaciones en este blog.
Ha sido necesario este primer año para hacerla y sentirla nuestra. El curso que viene esta metodología no discurrirá en paralelo, separada de nuestra propuesta educativa, la vamos poner en práctica. Escuela Gran Vía será un espacio piloto, en España, de la aplicación de Disciplina Positiva en el aula. Eso sí, será Disciplina Positiva de Escuela enREDada porque no la entendemos de otra manera que no sea haciendo cómplices a las familias.
Trabajaremos el llanto, la alegría, las rutinas, las normas, la empatía, el autocontrol, el respeto… en charlas con los padres, con recursos y actividades con los niños, con publicaciones, en este blog, con todos los que se quieran sumar. Vamos a trabajar la comunión de educación y esperanza de un mundo mejor, para ello empezaremos por aprender nosotros, los adultos.
En los albores del curso indefectiblemente nos acompañan temores e inquietudes que también tuvieron su espacio…
- Superar el modelo preexistente tiene muchas ventajas pero también muchas incertidumbres. La gestión de esta modalidad de relación precisa evaluación, organización y manejo de tiempos, voluntades, esfuerzos, sin que en ningún momento, la participación esté sometida a cuantificación, ni castigo o recompensa. Debe forjarse como valor interiorizado, generoso, solidario, para que sea libre, evitando así, discriminaciones o actuaciones restringidas a grupos o personas. Cada individuo con su rol responsable e íntimamente elegido. Colaborar no es fácil, después de tres años sigo diciéndolo, hay que superar clichés, derribar barreras. Reconocer el no saber, el no poder. Trabajamos en presencial, trabajamos entre bambalinas. La red es absorbente. La disponibilidad en ambos planos tiene límites humanos, familiares y también de conocimiento y formación. Escuela enREDada es motivación en estado puro pero también supone inmensa dedicación.
Ahí vamos, ahí seguimos, aprendiendo a priorizar, decidir y compatibilizar.
Las que nunca faltan, las satisfacciones:
- Sentimos el enriquecimiento de toda la comunidad. Creo no equivocarme afirmando que el río de comunicación algo nos ha dejado de poso a cada uno de nosotros en su paso.
- Sentimos que estamos en el buen camino, haciendo todo lo posible, dejando atrás la crítica estéril. Sintiéndonos protagonistas de un profundo cambio.
- Y vivimos la emoción de haber escrito humildemente algunas páginas de nuestra pasión, la Educación Infantil, nuestra etapa, la olvidada.
- Y tenemos la sensación de que estamos respondido a un compromiso muy grande, el que tenemos con nuestros alumnos.
- …
Un proceso que cada año acaba con el pellizco en el corazón. Desprenderse de los niños con los que has compartido vida es muy difícil. Los conoces cuando te necesitan dialogante sin saber hablar, cuando tu misión es llevar a su corazón y a su cerebro sensaciones de calma y armonía, de confianza y seguridad. Sabes que ese es el marco para empezar a vivir, la base para llegar a ser. Sigues acompañando cuando se tornan demandantes de autonomía y te alegras con ellos de los logros sirviéndote de los ensayos, de las equivocaciones, de los éxitos ¡Tienen tanto que aprender! Caminar, hablar, sentir, expresar, querer, conocer… Sin casi darte cuenta tienes delante iniciativas únicas, las de cada uno de los chicos estrenando el ¡yo quiero, yo puedo! Y todo el empeño es conseguir allanar el camino para que los obstáculos no trunquen el interés y la motivación por ejercitar la energía inagotable de un niño del Primer Ciclo de Educación Infantil.
Es así, esa es nuestra misión. Vincularse no es opcional. Pero cuando acaba el curso duele.
Y llega el fin… No podía ser de otra manera. Padres enREDados para cerrar un curso intenso. Saltándose las limitaciones de agendas apretadas, dejando de lado las reticencias que supone interpretar en público. Aquí están, ilusionados y admirables, con una versión enREDada de El Grúfalo ¡Bravo familias!
A muchos no volveremos a verlos, a otros tantos sí, es mérito de Escuela enREDada que nos sigamos necesitando unos a otros y podamos disfrutar de ver crecer.
De cualquier manera, para todos esos corazones que tanto tienen que ver con los nuestros, suerte, coraje y que no falte el aliento en cada uno de sus días.
En la escuela siempre estaremos deseando abrazar.
No quiero poner punto final sin agradecer a mi equipo la entrega y dedicación, ser educador enREDado es un plus en el currículo profesional, entrenamos todos los cursos habilidades hasta no hace tanto insospechadas para cualquier educador, convivencia con las familias, transparencia absoluta de la labor y disponibilidad tanto física como digital. Hablamos otros lenguajes.
¡Gracias a todos! ¡Feliz verano!
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