Se llama Paz Risueño, tuitera, mujer comprometida e implicada en el Desarrollo Sostenible, cercana, apasionada… y amiga. ¿Cómo puedo agradecer el cariño con el que está escrito este artículo? Gracias Paz, en Madrid, en Escuela Gran Vía, tienes tu casa.
¡Su artículo!
ESCUELA INFANTIL GRAN VÍA ¡ME GUSTA!
En Escuela Infantil Gran Vía hasta el detalle más pequeño tiene su encanto.
Más, como en todas las cosas, el mejor encanto es aquel que transmiten las personas y en Gran Vía es Marisa Moya, su promotora, generosa donante.Y el dulce encanto de Marisa lo comparten las integrantes del equipo de profesionales de Gran Vía.
Y es más. También es compartido con madres y padres de los educandos que se implican en cuantas tareas surgen. Algunas, tan penosas como el degustar tan dulce como espontánea merienda.
Con todo, los más encantadores son los niños de Escuela Infantil Gran Vía y su educación la más apasionada tarea.
Sí, quien fuera David, o Gabriel o cualquiera de los niños o niñas de la Escuela Infantil Gran Vía. Me gusta Madrid, claro que sí. Especialmente en días como hoy en que he tenido la oportunidad de conocer en su salsa a una madrileña.
Una madrileña llena de vitalidad, Marisa Moya, quien tras un primer encuentro en el kfe04 de Madrid, nos invitó a una merienda en su Escuela Infantil Gran Vía (https://www.escuelainfantilgranvia.com/) y dicho y hecho: hoy le hemos tomado la palabra y hasta allí nos hemos acercado Lara, Alejandra y yo.
La experiencia no ha podido ser más positiva pues es este centro educativo ese lugar lleno de encanto no tanto por el continente -que lo tiene, dado que está ubicado en un soleado y alegre chalet ubicado en el número 50 de la calle Alejandro Villegas, junto a la Gran Vía de Hortaleza- como por su contenido. Esto es, sus recursos humanos que conforman un dinámico y cohesionado equipo de educadoras y un motivador grupo de educandos perfectamente disciplinados pero con toda su natural y divertida espontaneidad.
Una espontaneidad que aquí nadie ha perdido a pesar de haber dejado lejos esa primera infancia y seguro que por esa empatía tan necesaria para una buena educación.
Empatía de la que hemos podido comprobar también se contagian padres y madres que se implican de verdad en las actividades de la escuela que tienen la oportunidad de seguir día a día gracias a la información que las nuevas tecnologías les acercan y que también pueden conocer «in situ».
Me ha gustado, sí, comprobar que tal empatía existe y que los padres muestran toda su disposición a colaborar compartiendo todas sus potencialidades para así lograr ese común objetivo que es la EDUCACIÓN.
Una educación de estos niños como ciudadanos que la Escuela Infantil Gran Vía impulsa sumando complicidades.
A partir de hoy , contáis con la mía porque sí, !Me gusta Madrid y mucho su Escuela Infantil Gran Vía¡
Publicado por Paz-R en 13:32
¿Gracias? Las muchas que tenéis en Escuela Gran Vía, MARISA. Os deseo una estupenda fiesta de fin de curso