
Hace tiempo que no escribo en este blog. Mis días de pandemia los he dedicado a actuar de la manera a la que me invitaba mi corazón.
Cuando lo que acontece se escapa a la razón podemos volver a nuestras vísceras, escucharlas y seguir los pasos. Es posible que adolezcan de racionalidad, claro, sin embargo sé que gozan de intuición.
Me he dejado llevar por ella. Mis presentes, sin espacio para programar, ni prever futuros, han sido latidos por asegurar lo que sentía que se me escapaba igual que el agua entre los dedos, la comunicación con otros seres humanos.
Somos resilientes
Dicen los científicos que somos seres adaptativos y que de la adversidad nos recuperamos ¡Ahí están tantas experiencias trágicas para la humanidad! También dicen que esas tragedias dejan huellas y que algunas nos acompañan durante años o incluso generaciones.
En cualquier caso el recalibrado de amenaza que hace nuestro cerebro puede quedar afectado. Todavía no podemos saber ni cuánto, ni hasta dónde llegan las consecuencias de esta experiencia difícil que nos envuelve.
Toca lidiar con la realidad y en ese lidiar muchas bazas para la resiliencia tendrán que ver con el foco en el que pongamos la atención y por supuesto en el aprendizaje que seamos capaces de hacer de la nueva información que está asaltando a nuestro cerebro.
Permitirse la oportunidad
La oportunidad siempre empieza en darse permiso para no desconectarse de nuestro «YO» y desde esta aceptación COMUNICAR lo que nos pasa.
La confusión y la agitación son fruto del desapego emocional al que muchas personas estarán teniendo la tentación inconsciente de recurrir.
Podemos, sin pretender librarnos a cualquier precio del presente, hacer cosas para nutrir lo que nos salva. Desarrollar con nuestros actos sensaciones de autogestión y autoestima ¡Influir!
Relacionarse en comunidad
«El mayor descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden modificar su vida modificando sus actitudes mentales»
William James
Enfrentarse a la posibilidad de que esta situación emocional de pandemia no nos deje mil sensaciones de miedos depende mucho de que trabajemos el sentirnos amados y apreciados. Si es así es más probable que podamos iluminarnos al mirarnos unos a otros.
Apoyando que el cerebro pueda centrarse
Quise hacer este pequeño preludio porque si SIEMPRE el trabajo de Bei Muñoz es trascendente para la educación, ahora, no me cabe ninguna duda, es necesario a rabiar.
Inspiradora, impresionante y fascinante tanto en cómo empeña su vida en organizar lo que nos hace bien a muchas personas como en lograr una obra maestra con cada uno de sus congresos.
Decía Adler que lo que cuenta es la «lengua del zapato, el movimiento» y Bei se mueve en favor de un mundo más consciente y más competente de las habilidades para la interacción humana.
Nos invita a explorar, a descubrir, a tantas personas que están haciendo una guía sobre una extensísima variedad de aspectos que suponen información valiosa para salir del atolladero de una sociedad, que aunque presume de «bienestar», tiene mucho que revisar.
Gracias
En un momento tan intenso para la humanidad «la resiliencia es producto de la agencia: saber que lo que hacemos puede marcar la diferencia».
Van der Kolk
Muchas personas contribuyen en este II Congreso Montessori & Disciplina Positiva organizado por Bei Muñoz, todas estas ponencias promueven comunicación en COMUNIDAD. Esta experiencia será sin duda superación de muchos de los sentimientos de vulnerabilidad que nos acucian. Cooperación en favor de la humanización.
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