
Escribo en un día de lluvia en Madrid sobre el inicio de curso de Escuela Gran Vía. Escribo, sin embargo, descartando grises y optando por verdes esperanza o naranjas luminosos porque este mensaje está destinado a vosotros, las familias de nuestra comunidad.
Decide qué vas a hacer, es un asunto de muchos educadores en estas fechas. También hay que tener en cuenta que, en alguna medida, para la mayoría de los padres es una incógnita ¿qué plan tiene la escuela para garantizar el bienestar emocional y físico de mi hijo?
El compromiso de este centro entraña una grandísima responsabilidad, somos subsidiarios de vuestra labor y hace muchos años que revisamos las prácticas educativas sopesando cómo van a influir en el crecimiento y desarrollo de los alumnos.
Esta es la razón por la que ser un educador enREDado es, entre otras cosas, mantener vivas las ganas de aprender.
Con la conciencia y la práctica, la caja de herramientas tiene nombre propio; es una caja que cada educador vamos llenando con lo que nos funciona, y en nuestro centro funciona si les vale a los niños. Hay otros instrumentos que descartas, que destierras y que acabas por olvidar en tu vida de escuela. Aunque parezca difícil, por supuesto que lo es, hay automatismos que si te empeñas desaparecen ¡afortunadamente!
Lo que no tiene cabida en nuestra escuela

Empiezo por un relato raro, es posible que esperéis otras cosas en estas letras. Aun así, me arriesgo porque creo que la honestidad de abrir el alma de las educadoras que habéis elegido nos acerca. Conocedoras de la dificultad que entraña dejar un hijo en manos extrañas qué menos podemos hacer.
Pues bien, os cuento, uno de esos malos hábitos de los que nos desprendimos hace mucho tiempo fue trabajar en paralelo a las familias, de manera estanca, sin nexos. Hoy nos parece inaudito no haberlo hecho antes.
Un título, «Tenemos que hablar», que rápido trocó en «podemos hablar», fue la difusión pública del corazón del enREDo, de la mirada sobre las relaciones que se establecían en la escuela.
Comunicar para cocrear la misión de educadores de primera infancia.
Complicidad necesaria que le sienta bien a los pequeños.
Sigue vivo el espíritu de aquella entrada, queremos mejorar. En este sentido, comunicar como miembros de una comunidad genera, en gran medida, que cada uno tenga oportunidad de estar aportando lo mejor de sí mismo. El logro es la coherencia desde el respeto a las diferencias. Pues eso es escuela enREDada, un proyecto de transformación de la Educación en el Primer Ciclo emprendido con mucho amor y que cuenta con todos para la tarea frágil y especial que es la atención respetuosa en los tres primeros años de vida.
Podemos ofrecer conexión, casi, casi, como si fuéramos una gran familia. Estamos a punto del estreno de este gran recorrido, padres y madres enREDados.
El clima de una escuela
Otros hábitos también fueron pasando al olvido.
En Infantil no es tan importante lo que dices sino lo que haces. He visto centros con mucho empeño transformador y sin embargo toda la energía invertida en lo material; incluso aunque suene un poco irrespetuoso, fijados en el escaparate. Hay aulas, modelos, prácticas escaparate. Sí. Con muy buen criterio porque es necesario pero no es suficiente.
Algo, lo más importante se queda sin examinar con detalle, haber remodelado los mimbres de lo humano; cómo se enfocan las relaciones y entonces, este es nuestro pensamiento, falla lo sustantivo en la reinvención del cuidado de la etapa.
El rumbo, el corazón en educación, nuestro distintivo, es cuidar el clima de la comunidad. Es una tarea muy laboriosa, no siempre nos sale como queremos pero puedo decir con orgullo que lo intentamos con energía.
El énfasis en el bienestar emocional en la primera infancia

La infancia es intensa y hay factores que pueden ser desequilibrantes. Existe una gran confusión respecto a cómo los educadores hemos de manejar la ansiedad de los niños pequeños. Uno de los obstáculos al que nos enfrentamos frecuentemente es «la necesidad del adulto de controlarlo todo».
Esta tendencia se guía por patrones ancestrales para eliminar el mal comportamiento. Y las prácticas pueden distar mucho de ser las más apropiadas.
Cambiamos el foco, lo centramos en nosotras mismas. Si lo que hacen los niños no te gusta, cambia lo que haces tú para que puedan cambiar ellos. Es razonable pensar que somos los que tenemos más herramientas para hacerlo.
Qué importante es que nos ayudemos los educadores a descartar en educación esas plantillas que infieren un daño emocional en la primera infancia. Hasta hace no tanto parecía que los niños pequeños no se resentían con las malas prácticas.
La información, la orientación, el apoyo cuando lo necesitamos, son soluciones de una nueva manera de educar que a veces no son tan difíciles de establecer y que sin embargo están demostrando que son efectivas.
Y en ese aspecto hemos conseguido un ritmo más lento en el que ya no nos impresionamos tanto por los errores de los niños, ni tampoco queremos que desaparezcan las equivocaciones a cualquier coste. Es más sano ver los errores como oportunidades para aprender, en lugar de una declaración de insuficiencia.
Consideramos que los tropiezos infantiles son la oportunidad más importante con que cuenta el educador para mostrar que está presente, que la conexión está garantizada y que puede contar contigo ¡nunca gozarás de tanto estrellato adulto educador, inspira confianza!
Cuando los educadores respetan su misión y respetan a los niños buscan OPORTUNIDADES para que sus alumnos aprendan de sus experiencias de vida.
Los bebés nacen con la expectativa de que alguien gestione su estrés porque ellos no pueden hacerlo (algo así como delegar en otro las posibilidades de la capacitación futura). Los niveles de cortisol son bajos si obtiene de los educadores el equilibrio necesario.
Somos el refugio a su malestar y el malestar es frecuente en Infantil porque lo sienten cuando tienen hambre, cuando se cansan, cuando se aburren, cuando les duele, cuando no saben, cuando no pueden… nacemos con uno de los cerebros más inmaduros del reino animal y sentirse amorosamente atendido y cuidado es el estímulo más importante para el desarrollo.
¿Habéis pensado qué difícil es depender absolutamente de un «lector de mundo» para poder interpretarlo si ese lector no está disponible o no es receptivo?
Pues esto es otra de las insignias de escuela que quiere crecer en habilidades apropiadas, pensar siempre qué es lo mejor para los niños.
No controles a los niños, conecta

Y por supuesto abandonamos, porque estamos aprendiendo mucho, la maldita urgencia en educación. Nada mejor que acercarse a los resultados de las últimas investigaciones en Neuropsicoeducación para que le digas adiós sin lágrimas a un buen manojo de estrategias educativas que quedaron obsoletas, afortunadamente.
Todos los días de escuela hay un flujo de sentimientos a flor de piel. La conexión es muy física, sensorial, motriz, emocional porque tratamos con cerebros poco dotados para lo racional. Estamos rodeados de neuronas enloquecidas por conectar por ello es fundamental en la primera infancia velar para que esas conexiones den lugar a patrones saludables.
Y claro si esto nos entra en nuestra cabeza dura, digo sólida ;), es probable que empecemos a ver a los niños como lo que son y os puedo asegurar que no son adultos en miniatura y que merece la pena que nos molestemos en conocer su naturaleza.
Son un cúmulo de necesidades provocadoras de ansiedad.
¿Qué papel quieres desempeñar cuando aparece la tensión?
El NO en Infantil, cuando el niño tiene un año, se convierte en un juego que a los ojos adultos parece desafiante, cuando tiene dos es una invitación a la oposición. Un «no» que puede mostrarse en muchos formatos.
Es tan obvio y sin embargo nos cuesta tanto poner la vida de escuela en positivo.
¿Habéis pensado qué se siente si cuando no sabes hacer algo en vez de reproche, etiqueta o mal genio te descubren una alternativa útil? ¿ Y si además te la modelan? ¿Y si lo hacen con calma, incluso con sentido del humor?
Pues eso, es en la escuela, en la base, cuando más hay que acertar con lo que se decide hacer como educador alentador. Hay métodos más benignos para la psique infantil que querer mantener el control a toda costa.

Preparar el terreno en el inicio de curso de Escuela Gran Vía
Contamos con voluntad y entusiasmo para organizar la escuela de tal manera que cada curso asegure a las familias la mejora en el trato humano. Preparar el terreno en Educación Infantil es:
- Establecer una fuerte conexión con los pequeños y con vosotros.
- Impregnar las actuaciones de afecto y aliento.
- Concentrarnos en una mirada larga y no dejarnos seducir por las malas artes de la falta de autocontrol.
- Entender a nuestros niños, comprender sus errores, verlos como oportunidades para aprender ¡qué mejor gimnasio van a encontrar en la vida que el apoyo y la guía de los que les rodean y quieren!
- Y cuestionarnos siempre para no olvidar que la tradición del control/corrección por parte del adulto a través de premios y castigos es muy, muy mala consejera.
Caminos variados que nos llevarán a puerto y muchos factores a tener en cuenta en esta escuela que no para de aprender.
Amigo Árbol, trabajo basado en proyectos
Y claro no puedo dejar de contaros, ahora sí, que también hemos pensado en que los niños puedan amueblar mentes con lo propio de la edad y que contamos con un proyecto sencillo, bonito, cuidado, muy querido: Amigo Árbol.
Es una propuesta propia, de nuestra escuela, para atender las necesidades infantiles de exploración y descubrimiento. Está basada en el poder de aprovechar todos los canales sensoriales como vía de entrada de información.
Con Amigo Árbol recorreremos los parques de Madrid, buscaremos entornos que nos ayuden a desarrollarnos y crecer, y de ellos nos traeremos a la escuela y a casa observaciones, actividad e intereses sobre los que aprender.
Parte siempre de experiencias reales. Somos una escuela de calle, no nos cuesta nada coger cada mes y medio el atillo, subir a un bus y salir en busca de aventuras a los parques de Madrid. Casi todos tienen huellas de nuestro paso y ellos nos han dejado experiencias muy significativas en nuestras memorias.
El aprendizaje es fruto de una retroalimentación con el mundo, la educación debe proporcionar al niño la posibilidad de descubrir y construir.
Disciplina Positiva, nuestro plan de desarrollo socio emocional
Integrado en el proyecto hasta tal punto que adquiere la categoría de marco, porque no es un apéndice sino un relato de lo que vamos viviendo juntos, está Emocióna T. Nuestro programa de desarrollo socio emocional, impregnado hasta la médula de Disciplina Positiva.
Esta escuela presume de ser la anfitriona en España de esta metodología que nos enseña el lenguaje de amor que es el respeto mutuo.

Coge tu silla, ponte cómodo, de todo lo comentado podremos hablar. Este solo es el preludio. Escuela enREDada es conexión presencial y digital. Nos veremos en el patio de la escuela, a la sombra de la morera, en las salas que son entornos educativos reales (no hay que suponerlos, ni imaginarlos, sino visitarlos y vivirlos). En el foro de la escuela en Facebook, a través de Baby Control, la agenda electrónica que es un canal de comunicación directo, buscando el intercambio de información sobre alimentación, higiene, descanso, desarrollo…, Youtube, Twitter…
Trabajamos para ser una escuela que cuenta con todas las oportunidades de comunicación, participación y colaboración, amortiguadores preciosos del efecto devastador que suponía antaño no poder ver, no poder saber.

Es lema en el centro “perder el tiempo” en lo importante. Con cada conquista, en busca de la armonía, el esfuerzo invertido no tarda en dar frutos.
¡Feliz curso familias enREDadas!
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