Una vez cumplido el compromiso didáctico, apenas unas líneas, para cerrar esta segunda aventura de trabajo basado en proyectos. Esta es la última experiencia de un trayecto educativo que empezaba en octubre, mimaMADRID. Con pasos cortos pero sólidos hemos recorrido nuestra ciudad. Con mirada a 80 centímetros del suelo, con sentidos ávidos de experiencias. Abriendo caminos de aprendizaje.
La Literatura, la Persona, la Música, la Naturaleza y la Pintura han sido objetivo y medio de vivencias para observar, valorar y apreciar, para manipular, sentir y conocer. En cada una de ellas nos ha acompañado el motor del aprendizaje, la curiosidad. Después, la motivación que ha ido despertando cada rincón abría perspectivas, daba lugar a acciones, alentaba experiencias… hacía latir el corazón del proyecto.
Conocedoras de la importancia de la generosidad adulta a la hora de respetar autonomía, hemos procurado oportunidades sin fin para que los niños pudieran sentirse protagonistas de sus procesos cognitivos, motrices, afectivos y sociales, confiando en la fuerza del proceso, acompañando para guiar el desarrollo de habilidades y destrezas, sin olvidar nunca que es la iniciativa del niño, su potencialidad de decisión y planificación, la que apuntala la confianza en sus posibilidades y estimula a emprender nuevos riesgos, nuevos desafíos ¡Poniendo las bases de la capacitación!
Hemos querido ser mediadoras entre los chicos, que estrenan mundo desde hace dos años, y su ciudad, vieja, usada, con mucho que contar ¿a un pequeño del Primer Ciclo de Infantil también? Sí, y aunque en algunas ocasiones hayamos sentido la impotencia de no encontrar más espacios disponibles para nosotros, hemos llegado a la conclusión de que todo depende del filtro de tu mirada. En cada entorno hay motivos de aprendizaje, solo hay que aplicar acciones transformadoras.
La Casa Encendida nos quiso acoger con cariño aunque en días laborables no contemple actividades para nosotros, los pequeños. Un rincón lleno de estantes repletos de cuentos, trato amable y afectuoso, fueron el caldo de cultivo, a partir de ahí empezamos a crear nuestro entorno literario. Biblioteca, cuento colaborativo de las familias, cuento interactivo hecho con los frutos del otoño, con animales cotidianos… palabras e imágenes, historias, fomento del entusiasmo, generación de descubrimiento.
Llegó la Navidad, nos interesaban las relaciones sociales, los aportes humanos. Quisimos una aventura didáctica llena de ejemplos de vida. Los padres se volcaron y la escuela mutaba con cada taller, ahora una UVI móvil, luego estación de trenes, después taller de fotografía… En el almacén que se ha ido generando con mimaMADRID, la casa de la luz, el camión de bomberos, marcos para hacer magia con cámaras de fotos… y hasta un tenderete para venta solidaria. Hacer comunidad, sentirse integrados y participativos.
La Música no se podía evaluar, no es tangible, lo que aprendimos ya está en nuestra neuronas, habita en el patrón de los recuerdos. Experiencias placenteras de las que se alimentan el cerebro y el corazón. Experiencias positivas que desearán repetir en el futuro. Experiencias vividas como expertos. Solo en Infantil se domina la interacción a través de todo el cuerpo.
Y seguimos comunicando, esta vez con una gran amiga, tantas veces maltratada, la Naturaleza. No queremos perder de vista el horizonte, educar es el objetivo y la actividad lúdica el medio. También lo aplicamos en esta experiencia. Animales y plantas, cuidados y respeto. Así lo vivimos.
Y todo tiene un fin, la Pintura es el broche. Saber hacer sin saber ver es un reduccionismo en la percepción, no se trata de “niños perfectos”, se trata de optimizar aprendizaje ¿por qué no hacerlo?
Conexión. Ventana al mundo.
Ya sabéis que partimos de la experimentación. Buscamos un entorno real y nos ponemos en situación de observadoras, de recolectoras de información sobre los intereses que esta experiencia despierta en los niños. Esa es la base sobre la que se construye el proceso en el trabajo basado en proyectos.
¿Qué es lo que los niños pequeños prefieren al ver un cuadro? El color. Está en los jardines, cálidamente pincelados por el Sol. Está en las fiestas, recorridas de pies a cabeza por la alegría y la luz. Está en el templo del Arte, allí donde los grandes se hicieron inmortales.
A todos y cada uno de estos espacios hemos ido a buscarlo. En la Pradera de San Isidro, movimiento y sensaciones bajo un sol radiante. Allí las primeras impresiones y estampaciones. Puntos, líneas ¿formas? Color y más color.
Fiesta en la escuela, de tiros largos, vestidos para la ocasión. Un homenaje a nuestro Madrid. Pájaros en el aire, paraguas que recogen luz. A ritmo de comunidad educativa, familias que pegan, cortan, charlan y se involucran. Posibilidades expresivas que siguen dando contenido a nuestra finalidad plástica. Sigue su curso nuestro techo a Madrid.
Me detengo en este párrafo. Quisiera subrayar.
Sin limitación de oportunidades porque el arte no es adulto, el niño debe tener acceso a obras de calidad. Todo no es de color rosa. Tener dos años no es la mejor de las opciones para ser considerado un buen visitante de museos. Es más, en algunos, directamente no nos quieren. Buscar ese espacio generoso que nos inicie en el alfabeto del arte, ha sido complicado.
Ha sido el Reina Sofía el que ha acogido el deseo de sentir el placer de ver y conocer. En el vídeo breves apuntes de la visita, las grabaciones por motivos obvios, están controladas y limitadas. Sin embargo sí podéis vernos abrazar a Calder, a su obra Carmen, que después, en la escuela nos ha sido vehículo inestimable para alcanzar ese cielo de Madrid.
Y es que los objetivos que nos marca la ley, interesarse, comprender, valorar… no pueden alcanzarse si no se conoce y para conocer hay que vivir experiencias procedimentales. Me explico, mostrar los cuadros, hacer preguntas, escuchar atentamente sus reacciones, guiar la atención a aspectos que prendan en sus conocimientos previos, para poder percibir más, para acceder a una mayor sensibilidad visual… Y además, permitir investigar, explorar, expresar las sensaciones provocadas en las retinas de los chicos.
Mejor que yo lo narra el vídeo. No lo mires con ojos de adulto, intenta la mirada infantil. Dinos si hemos conseguido trasladar otros valores estéticos, el dinamismo y la armonía de lo plástico.
Pienso en ti. Participación del experto.
Todo el proyecto ha compartido no solo la descripción de las finalidades y los procesos, también hemos compartido los recursos. Con anterioridad a Escuela enREDada, los alumnos contaban con los medios y materiales seleccionados por las educadoras, a partir de la constitución de la comunidad educativa, los alumnos han tenido la oportunidad de contar en cada una de las experiencias educativas con otros recursos, muy diversos, los aportados por las familias, los compartidos por otros docentes que también han hecho suya la actitud 2.0; un buen número de póster interactivos están en nuestra página en Glogster a disposición de todo aquel que les descubra una faceta de utilidad, que quiera sumar su sabiduría, que siga construyendo sin fin…
Con el cuerpo, con la mente, con el corazón. Escuela laboratorio.
Hemos trabajado para poner techo a nuestra ciudad. Una propuesta llena de estrellas de leche condensada, lunas de arroz, soles de golosina, planetas de pigmentos y colonia, se asoman en la producción plástica de los niños. Con manitas sutiles, hábiles unas veces, titubeantes otras, han ido llenando de color los espacios. Pinceles, goteros, cajas, papeles… indagar y manipular hasta crear la ilusión de realidades. Arte infantil en mimaMADRID.
Hemos elaborado composiciones, hemos degustado a Calder. Las formas, los volúmenes, han dado vida a nuestro universo.
Por el puro placer de jugar y combinar elementos, texturas, formas y colores.
Evaluación.
Nos hemos centrado en objetivos afectivos de educación artística. El plano actitudinal, la sensibilidad perceptiva, el factor de comunicación, actitudes creativas y de disfrute estético. Expresarse y sentirse bien utilizando el lenguaje universal.
De la idea inicial se fueron produciendo cambios atendiendo a nuevos intereses que surgían con cada experiencia. Al final, una idea, un cielo para nuestra ciudad y mil acciones para construirlo.
Las posibilidades de experimentación han sido innumerables, la plástica goza de esta cualidad. El aprendizaje se torna fácil, espontáneo, porque la motivación hacia estos contenidos, en los niños, es intrínseca.
Hubiéramos deseado otros espacios más accesibles al contacto, a la interacción. Quedó en eso, deseo y esperanza.
Aunque gozosas con la producción plástica de los pequeños/grande artistas, ponemos el énfasis en el disfrute del proceso…
No quiero finalizar la descripción del proyecto sin agradecer al equipo educador el esfuerzo e ilusión para llevarlo a cabo, a las familias por aceptar esta metodología de aprendizaje e involucrarse ofreciendo aportaciones y diversidad de perspectivas, a todos los que con vuestra lectura y comentarios habéis dotado de color y calor, de significado a una ciudad especial, mimaMADRID.
¡Un abrazo enREDado!
El curso se ha pasado volando!!!! Y les veo haciendo tantas actividades..tantas salidas.. que ni me lo creo!! Como siempre un merecido aplauso para ellos. Son geniales!!!! Un besazo para ellos
Crecen como la espuma Nines!! Es un orgullo para mi y un privilegio contar con un equipo que cree y trabaja para la mejora de la Educación Infantil ¡Muchas gracias por tu dedicación!
Un aplauso emocionado para todos!!