Bendita tu Luz, dice Maná en su canción. La he elegido para el taller de esta semana.
Quiero hacer una parada, respirar hondo, tomar aliento y así, con los receptores sensoriales sosegados, permitir que la luz que nos rodea muestre su brillo. El castigo del imperio de jornadas atiborradas de actividad en la vida diaria, nos hace ciegos a resplandores cotidianos.
Y a riesgo de resultar sensiblera, quiero hacerlo.
Quiero haceros partícipes de que son muchas las sensaciones que se pueden vivir cuando los adultos/educadores dejamos que la luz de los chicos, ilumine nuestro pensamiento, a veces, aburrido y hastiado.
Quiero señalar la luz de sus miradas. De esa de la que las educadoras de Infantil tenemos la suerte y el privilegio de disfrutar. Vivimos rodeadas de miradas originales, espontáneas, flexibles y libres.
Quiero contaros que, en los talleres, ajenos a currículos y contenidos, la dimensión creativa de los niños te envuelve y eres aún más consciente de que facilitar su expresión depende directamente de la actitud del adulto.
¡Ojalá supiera traducir a palabras escritas la entrega que tienen los niños a la luz de la creatividad!
Y quiero proponeros un interrogante muy concreto ¿qué necesitan para que esa luz no se muestre opaca?
Muy bonito.
Todo un reto para que las luces permanezcan encendidas… Creo que es uno de los retos de la educación. Entender cada individuo para que su luz siga encendida y pueda iluminar otros.
Así es, esa es nuestra obligación, nuestro compromiso y nuestra responsabilidad ¡Todo un reto y un esfuerzo que merece la pena! Me ha gustado mucho tu aportación » entender cada individuo para que su luz siga encendida y pueda iluminar otros». Muchísimas gracias por tu visita. Un abrazo.
Inevitablemente, me encanta la primera foto del montaje 😀
Durante estos meses he podido escuchar a través de las paredes (lo siento pero aprovecho mi ratito con mi gordo para intuir lo que hacen los «mayores») las actividades del resto de niños… He escuchado las ocurrencias de los niños, y he podido escuchar como cada semana iban errando, aprendiendo y acertando. ¡¡Esta semana les he escuchado «hacer música»!! .. creo que el camino que lleva la escuela es muy bueno para mantener esa luz encendida.
A mí también me encanta esa foto, es la imagen misma de la felicidad, la de un precioso bebé que crece sano y está preparado para comerse el mundo. Muchísimas gracias por tu comentario, la idea del post no es más que hacernos más evidente a los adultos las grandes posibilidades que tenemos en nuestras manos a la hora de acompañar a los niños en su aprendizaje. Los chicos tienen un potencial enorme que sólo espera un ambiente estimulante que le permita desarrollarse. Un abrazo fuerte Mª José.
Eso de la luz es Bonito….. en verdad y ademas hay que añadir lo de la canción…»Bendita la luz de esas miradas, miradas de niños y jovenes llenas de energia…. de inocencia….. de felicidad.
si los vemos como lo que son: niños y jovenes libres y espontaneos no hay razon para juzgarlos sino mas razones para yrabajar con ellos y por ellos….
Gracias.
Estoy de acuerdo Carlos ¡miradas espontáneas, libres… llenas de energía! Y ¿de qué y de quién depende que conserven su luz? De todos, de la familia, de la escuela, de la sociedad… no hay que juzgarlos, que es lo que solemos hacer cuando en la adolescencia responden a lo que hemos ofrecido con apatía y rebeldía ¡Hagamos nuestra labor con ilusión, con esfuerzo, con esmero! Se lo merecen, se lo debemos. Muchas gracias por tu visita y aportación. Un saludo.