El niño sentado en una silla, una hoja de papel con una figura a rellenar de color o sencillamente, una hoja en blanco…
El niño sentado en una silla, una ficha, pintar para discriminar entre unas formas y otras, para expresar el conocimiento sobre objetos y sus cualidades, tamaño, color, nombre, cantidad, posicionamiento espacial…
El niño en el suelo, el niño en la pared, trabajando en papel continuo, con esponjas, con pinceles, con las manos, con pintura de dedos, trozos de papel, serrín, arena, hojas, haciendo sellado, impresiones, arrugando, rasgando, pegando…
Todo ello y mucho más es lo cotidiano en la escuela, son técnicas, estrategias y recursos de Expresión Plástica que forma parte de uno de los ámbitos del currículo vitales en Educación Infantil, Lenguajes: Comunicación y Representación, que responde a la imperiosa necesidad del niño de 0 a 3 años, comunicarse de todas las maneras que le es posible y lo va a hacer si el adulto educador alienta y crea entornos facilitadores de aprendizaje.
Si os fijáis hay un denominador común en cualquiera de los casos que describo en el inicio del post, hablamos de producción plástica, es decir el niño «hace». Su obra dependerá del requerimiento adulto y de las habilidades que le proporciona la edad.
De cero a tres años no tiene finalidad representativa ni artística, la actividad plástica del niño viene dada por su necesidad de movimiento y exploración sensorial, utilizando los colores, masas, papeles y otros medios con valor instrumental a la vez que también son objeto de investigación.
Si tiene de 12 a 18 meses, una pintura es empuñada (no hay desarrollo motor para más precisión), si hace un trazo es superficial y azaroso, no intencional. Tanto pintura como papel son objetos a conocer, especialmente por la boca.
Si tiene de 18 a 24 meses, el mayor dominio motor le garantiza trazos que nacen igualmente de la necesidad motriz, no busca semejanza con la realidad. Su realidad no es la nuestra, es emocional. Le interesa su mano, el movimiento que hace para aprehender la pintura y la observación de lo que resulta de este juego imaginativo. Pinta por sentido lúdico y motriz, mano y cerebro son todavía autónomos.
A los dos años, ya hay un control mano/ojo/cerebro, hacen figuras cerradas, no quieren representar la realidad pero de la repetición de formas va fijando esquemas a los que a través del adulto va poniendo nombre.
Me he detenido un poco en la descripción de la evolución de este proceso pero donde me quiero centrar es en que por muchas actividades, por muchos medios, por muchas estrategias que llevemos a cabo, en esta línea, no estamos educando en plenitud, de forma global, su capacidad artística. Si queremos un aprendizaje en educación plástica no hay que tener miedo a la palabra formación.
Porque el niño sabe hacer pero una educación artística no es tal si no sabe ver. Adolecería de un déficit que puede devenir en lo que padecemos la mayor parte de los adultos por haber recibido una formación escasa o nula en este terreno, el analfabetismo visual.
Saber hacer sin saber ver es un reduccionismo en la percepción, no se trata de «niños perfectos», se trata de optimizar aprendizaje ¿por qué no hacerlo?
Pues a eso ha venido Pollock a la escuela, nos ha traído información estética y visual y no solo él, ya llevamos varios cursos con el apoyo inestimable de las obras de arte de los más grandes. Sin que esto signifique ningún tipo de renuncia a ilustraciones y motivos más asociados a lo infantil pero sin perdernos mundo visual, planteándolo de manera sensorial, afectiva y motriz (sus motores de aprendizaje). Investigando y explorando con actividades para ver, sentir y desarrollar la capacidad de disfrutar con la imagen.
Sin limitación de oportunidades porque el arte no es adulto, el niño debe tener acceso a obras de calidad.
Y es que los objetivos que nos marca la ley, interesarse, comprender, valorar… no pueden alcanzarse si no se conoce y para conocer hay que vivir experiencias procedimentales. Me explico, mostrar los cuadros, hacer preguntas, escuchar atentamente sus reacciones, guiar la atención a aspectos que prendan en sus conocimientos previos, para poder percibir más, para acceder a una mayor sensibilidad visual… Y además, permitir investigar, explorar, expresar las sensaciones provocadas en las retinas de los chicos.
No sé cuál es la razón por la que cuando se trata de música vemos natural la audición de Mozart, Beethoven, Vivaldi, incluso antes del nacimiento y sin embargo, en pintura hemos tardado tanto en dejar pasar a las escuelas las obras de los grandes, máxime viviendo en una sociedad que se basa en la imagen. El ojo como el oído se educan mediante la percepción y moldeando la relación del niño con su entorno para hacerlo más sensible y en un futuro con capacidad para analizar, discriminar y disfrutar.
Saber ver para desarrollar no solo los procesos afectivos y motrices, además los cognoscitivos. De esta manera atención, memoria, imaginación, hábitos de percepción, sensibilidad y respeto, son trabajados a través de la obra artística.
En Pollock los niños no vieron lo que nosotras, seguramente en él reconocieron a alguien próximo por su dominio de la abstracción, como ellos, del color, como ellos, del punto y el trazo, como ellos. Repetitivo, con abundancia de yuxtaposición del color, con dominio del espacio, como ellos… NOTA: Os dejo enlaces que esta vez nos ayudaron «después de ver» a «a hacer», uno trabajado en la escuela, otro, aplicación para iPhone y iPad de Estrella, una mamá enREDada.
http://www.jacksonpollock.org/
https://itunes.apple.com/es/app/jackson-pollock-by-miltos/id303254149?mt=8
Hola Marisa me ha encantado el artículo, siempre te superas, que gran profesional eres de verdad.
Me ha llamado la atención mucho la palabra de «analfabetismo visual» nunca la había escuchado ni pensado, no me lo había planteado, pero realmente tienes razón y los mayores carecemos de esa habilidad, capacidad, o como lo queramos llamar y de otras debido a como comentas una escasa formación proporcionada.
Admiro mucho el trabajo que realizáis en educación infantil, es difícil con los pequeñitos que tienen una vitalidad inmensa y no paran ni un minuto, seguro que es cansado, por eso que les forméis así de bien es maravilloso y os lo agradezco mucho.
Cada día aprendo mucho de ti.
Un abrazo enorme. 😀
Yo me lo considero Noelia, aunque hago esfuerzos de superación del déficit que padezco. Y echo de menos formación y capacidad de percepción en situaciones que me placen muchísimo, cuando escucho ópera o cuando voy a un museo. Las dos cosas son alimento para mi alma pero siempre tengo la sensación de frustración, de que mis sentidos no abarcan, no leen, no escuchan, no ven… la grandeza de lo que tengo delante
¡Me falta educación artística!
Es una constante en la enseñanza española, el desprecio o el ninguneo de la Educación Artística y es una pena porque la sensibilización en arte trasciende a la vida entera.
Y como siempre, es en edad temprana cuando el cerebro es más receptivo a la información, si es adecuada, si es sensorial, si es motivadora. Así es que a trabajar miradas y escuchas abiertas 🙂
Un abrazo Noelia, muchísimas gracias por tu comentario y cariño.
A raíz de este nuevo post me ha venido a la cabeza la frase que mucha gente dice al ver el «arte abstracto»: » esto lo hace mi hijo/ hija de tres años» . Esta es la demostración más obvia de falta de formación artístico-visual. Tal vez nuestros pequeños pinten parecido a Pollock, Kandinsky o Miró porque aún la carencia de educación artística no ha mermado su creatividad y percepción innata.
Desvarío de un historiador del arte.
Toda la razón Guillermo, no son desvaríos, imagino que desde una mente formada en arte se viva como frustración, no solo la ignorancia del resto, sino hacer bandera de ella con expresiones desafortunadas.
Tal vez he incurrido en el error. No pretendía más que hacer posar la vista en detalles que me dejaron asombrada. Características del autor que los niños en tan solo una mirada de una mañana habían captado y tienen mucho valor porque para ellos la representatividad no existe, suelen pintar en un mismo punto, si hacerse dueños del espacio y también lograron la alternancia de colores, modificando la intensidad y el ritmo del trazo.
Por supuesto, ambos en extremos de una misma capacidad, los niños no la poseen, Pollock es el dominio. Por medio, pensamiento divergente que unos tienen sin mérito alguno, dotados por la naturaleza y sus pocos años y otro, con un mérito increíble por poder llevarlo a lo sublime de adulto.
Muchísimas gracias por tu mirada :))
Y las niñas………..
Está dirigido al 50% de la población.
Las niñas están invisibilizadas todo el tiempo.
Lo que no se nombra no existe.
Por lo demás muy bien,
Ana, es un debate ya antiguo el cambio del masculino gramatical para la feminización del lenguaje. Te puedo asegurar que aunque no las hayas visto las niñas están presentes en mi artículo, tal vez yo no uso tus estrategias para acabar con la discriminación por género pero concédeme el derecho de usar las que considere oportunas aunque no sean tan evidentes, son de fondo, de esfuerzo, de modelaje… esas imágenes de niñas de dos años utilizando la PDI es una buena muestra de ello, ha supuesto gran sacrificio por parte de una docente de 52 años, en una pequeñita escuela sin muchos medios económicos, haciendo acúmulo de ilusión para formarnos en nuevas tecnologías y poder poner las bases desde pequeños en el lenguaje actual de hombres y mujeres del mañana. Están Ana, están en mi post, léeme con mente abierta y las encuentras seguro.
Muchas gracias 🙂
Marisa…retomando el tema del post sobre la producción plástica, me ha encantado! Ya sabes que empatizamos en muchas líneas del pensamiento, y esta no podía ser menos. En el 2º ciclo de Educación Infantil, que es el que más conozco desde dentro, muchas veces se está privando a los peques de probar otros materiales, que no sean los crayones y las fichas de trabajo. ¡Con lo que disfrutan cuando sus manos se untan de pintura; y mezclan, revuelven, manchan, y con sus producciones están dando forma a su pensamiento.
Y gracias por acercarme a Pollock…pues no lo conocía 😉
beset
Fíjate Sil que incluso en Infantil, donde el lenguaje plástico tiene todas las oportunidades, muchas veces solo lo usamos como vehículo, como medio para trabajar otros objetivos. Coloreamos para conocer contenidos lingüísticos, espaciales, lógico matemáticos… y no nos recreamos en la formación artística como debiéramos cuando es desarrollo del ser integral del niño.
Ayer quise hacerle este post a un ámbito que tanto nos da a lo largo de la vida. Y Pollock me ayudó 🙂 Yo tampoco he dado cabida a las obras de arte hasta hace poco tiempo en la escuela, han sido las editoriales las que me abrieron los ojos. Un sinfín de posibilidades se abren con ellas.
Como bien dices con el añadido nada desdeñable del disfrute que conlleva.
Mil gracias Sil, me encantan tus visitas al blog 😉
Besiños!!!
Muy buenas, en nuestra clase hicimos alguna cosa añadiéndole musica; se trata de actividades LIM que tambien os pongo el enlace para la descarga, porque así podreis poner la musica que más os guste:
http://engalego.es/curso/lim/xardin/xardin.html http://engalego.es/curso/lim/xardin/xardin.zip
http://engalego.es/almacen/lim10/pollock/pollock.html
http://engalego.es/almacen/lim10/pollock/pollock.zip
Espero que os sirva. Un saludo y buen trabajo!!!
No solo nos sirve, nos ha encantado tu aportación. Muchísimas gracias, investigaremos los enlaces y disfrutaremos un montón, sin duda.
Bicos, moitos!!!
Marisa, comparto todo lo que expones en tu artículo. Cuánta razón tienes al mencionar la entrada de los grandes músicos en las aulas de infantil y lo que ha costado que los grades artistas plásticos también tengan su espacio y su tiempo con los niños.
Me gustan mucho las fotos. No había visto aún peques de 2 años haciendo de Pollock con la pizarra digital. Inmejorable actividad de descubrimiento del color i la forma según el camino de los deditos en la pizarra. Gracias por exponerlo.
Hola Tona, a veces la inercia de la costumbre limita nuestra labor. El arte debe ser oportunidad de aprendizaje también en Infantil. La verdad es que desde que trabajamos con la PDI con frecuencia nos quedamos extasiadas contemplándolos ¡tienen tanta potencialidad!
Muchísimas gracias por tu visita y comentario. Un abrazo.
¡Me has dejado sin palabras! Y eso no es fácil de conseguir en mi 😉 Destaco lo que comentas y agradezco tu valentía en cada afirmación, pues la EDUCACIÓN debe partir de una conciencia clara de una verdad que es posible descubrir y transmitir. Por eso me ha encantado cuando dices que «no hay que tener miedo a la palabra formación». «Porque el niño sabe hacer pero una educación artística no es tal si no sabe ver». ENSEÑAR A MIRAR, enseñar a ver y a expresarse es una hermosa y delicada tarea. Una responsabilidad muy grande por nuestra parte. Un abrazo de todo corazón
Ese es el reto Rosa, ser capaces como docentes de «sacar a la luz» toda esa potencialidad creativa que tiene el niño. En el intento podemos caer en la tentación de confundir formación con presión o con limitación. Si la formación es respetuosa con las características infantiles y sus intereses, si enseñamos a ver, alentamos plenitud.
Una tarea delicada, una tarea preciosa ¡crear oportunidades de aprendizaje!
Un abrazo grande, también para todos esos alumnos que formas y guías, importantes, muy importantes para la Educación Infantil.