Si fuera fácil, no sería necesario, si fuera imposible tampoco tendría razón de ser. Educar es una tarea compleja, aprender es la mejor opción.
Hasta no hace tanto escribir sobre pautas de crianza y educación despertaba en mi ciertos recelos, incluso, la timidez de la decisión provocaba más de una vez un lenguaje arriesgado, muy directo. Ya no, con calma, con afecto, con la seguridad de que mis palabras serán interpretadas como deben serlo, escribo para compartir todo aquello que voy aprendiendo y que no puedo, ni debo quedarme para mi. No son recetas, no son dogmas, ni tan siquiera verdades absolutas ¿existen?, son reflexiones de una maestra que cada día se levanta con la motivación de acompañar a sus chicos en el proceso más importante de toda su vida, la configuración personal.
Hace ya casi un año, se cruzaron en mi camino un libro, unas personas, una filosofía. Escribí titubeante, también expectante, eso siempre con lo nuevo. Disciplina Positiva, dos palabras que así, de primeras, parecen antagónicas. Nada que ver con la realidad. Me sentí malhumorada ¿por qué Jane, por qué no te conocí antes? Han tenido que pasar muchos años, he tenido que vivir muchas experiencias, he tropezado mil veces, me he levantado otras tantas para que el humilde intento de una mejora de la infancia no se quedara en gesto. Estaba todo allí, escrito desde hace muchos años.
El acercamiento a este programa educativo me dio relax porque, os lo tengo que reconocer, lo que leía, lo que veía, lo que escuchaba sobre lo que se piensa y se hace en educación, no sosegaba la sempiterna inquietud. Tras cada artículo, cada charla, asomaba la polaridad educativa, el autoritarismo temeroso o la permisividad por reacción ¿dónde está el niño en esos estilos de crianza? ¿Dónde está el reconocimiento a su proceso de individualización? ¿Dónde el reconocimiento a ser tratado con dignidad y respeto?
Después, el curso ha discurrido entre tareas novedosas. Entrar a formar parte de un equipo de facilitación para familias. Querer saber y conocer todo y ya, me ha faltado tiempo, me faltaban fuerzas, nunca me han faltado ganas. Emprendí algún taller en la escuela. Esta escuela que es mi vida entera y que ahora también es espacio de investigación y reflexión sobre la práctica de una educación basada en el respeto mutuo. No tardé en ser consciente de que que un taller solo es abrir los ojos y los sentidos a nuevas experiencias, por ello, y no tan frecuentemente como quisiera, se organizan charlas de mantenimiento del proceso ¿Cómo comunicar con los niños? ¿Cómo hablar para que escuchen, cómo escuchar para que hablen? Ahora, el día 11, otro tema, relación entre hermanos, el cerebro es un órgano social, venimos a este mundo determinados biológicamente para relacionarnos ¿Cómo te relacionas con tus hijos, con tus alumnos, construyes empatía, tolerancia, respeto?
Podemos educar haciendo que la ecuación matemática, donde la cantidad de placer que comparten los niños sea mayor que el conflicto que experimentan, teniendo en cuenta que el lado del conflicto de la ecuación nunca será cero.
Continuaremos con la iniciativa, de momento solo una avanzadilla de centro de investigación y aprendizaje a través del intercambio de experiencias vitales. Las conclusiones nunca serán solo para los asistentes a los talleres, como es práctica habitual de la escuela, se comparten en publicaciones en este blog. La finalidad es expresar y escuchar, comunicar por y para la infancia.
Aún traía más bajo el brazo la lectura de aquel libro. Entablé buenas relaciones con personas valiosas. Inquietudes e intereses afines. Poco reparo en invertir esfuerzo y capacidad de trabajo sin esperar mucho a cambio. Más oportunidades para aprender juntos. Esta vez de la mano de Daniela, creadora de la agenda electrónica de la escuela, facilitadora de Disciplina Positiva ¿Me invitas a tu tierra?
Dicho y hecho, el día 28 de junio estaré en Valencia, en la Escuela Infantil Babilandia compartiendo un mensaje que enamora, Disciplina Positiva (qué gusto que el Primer Ciclo de Infantil sea promotor de experiencias que acerquen a las familias al entorno de las escuelas).
En la mochila, brindar a padres y educadores, una alternativa que ayuda a entender la conducta inadecuada de los niños, promoviendo actitudes y estrategias positivas hacia ellos. Porque la Disciplina Positiva enseña a educar personas responsables, respetuosas y capaces de solucionar problemas. Ayudando a desarrollar relaciones que no están basadas en los gritos, golpes, ni castigos sino en el reconocimiento, el afecto y la claridad y consistencia de las normas.
Agradecida por esta maravillosa oportunidad de seguir aprendiendo… ¿Nos acompañas?
Enhorabuena Marisa!!!
Gracias por compartir tus conocimientos.Compartirlos con otras personas nos enriquece a todos. Seguir aprendiendo cada día es una necesidad, sobre todo cuando nos permite entender las distintas conductas y saber afrontarlas correctamente en beneficio de todos.
Muchas gracias Macu, es importante que los educadores nos cuestionemos y sintamos la necesidad de seguir reflexionando y aprendiendo sobre pautas educativas, la costumbre no es aval de garantía. Se puede mejorar!!
¡ Encantada de que nos visites Marisa!.
Para las familias Valencianas será una preciosa experiencia aprender de la Disciplina Positiva de tu mano. ¡ Un fuerte abrazo!