Vamos a por la segunda edición de MimaMadrid, es trabajo basado en proyectos en el Primer Ciclo de Educación Infantil, será nuestra historia de aprendizaje este curso.
Si cuando nos decidimos por esta metodología, hace ya cuatro años, nos asaltaban las dudas de la ortodoxia de esta práctica por la edad de nuestros alumnos, hoy puedo asegurar con toda la firmeza que no hay lugar a inquietudes.
¿Por qué trabajar por proyectos? Argumentos
Nuestros pequeños tienen mente de exploradores, les mueve la curiosidad, prestan atención a aquello que es significativo para su bienestar; y de cada proceso vivencial, las sensaciones, emociones y sentimientos se van a incorporar como recuerdos gratificantes a la construcción de su mente. Puntales básicos para la formación de conceptos.
Dejó de gustarnos la praxis a la usanza. No fue un capricho, tomamos consciencia de la necesidad. No hay duda, la naturaleza infantil nos da señales de cómo acompañar el proceso de aprendizaje. Aun así, tantas veces ciegos al mensaje del funcionamiento infantil, permanecemos instalados en usos y prácticas desalentadores a los que los niños sobreviven no sin déficits y huellas que permanecen y atoran el crecimiento personal futuro.
Sigue habiendo aulas de infantil en las que los niños no pueden hablar, ni moverse, ni tocar. Prohibición y sanción en castigo y etiquetas. En las que las sillas son su único espacio de poder y un papel rectangular el testigo de sus habilidades. La sumisión produce consecuencias a largo plazo.
Así no aprenden bien los niños.
Repetir y repetir machaconamente garabatos de colores en espera de que pasen esos años para continuar con metodologías igualmente limitantes que poco o nada ayudan a pensar y crecer. Ausencia de realidades. Recorte de experiencias.
Nuestros «recortes profesionales», los que les hacemos a los niños en su puesta de largo de estreno de mundo.
Y sobreviven a pesar nuestro.
Los niños vienen predeterminados para usar modelos de investigación/acción, los niños pequeños también, los niños pequeños más.
Observar, sentir, reflexionar, planear y decidir. Siempre están enfocados en solucionar sus problemas de debut en la vida y somos los adultos los que podemos hacernos eco de esta necesidad y procurar entornos facilitadores o bien, autistas de la esencia infantil, considerarlos meros receptores de contenidos.
¿Dónde está la diferencia entre una praxis y otra? ¿Cómo podemos hacer que nuestra práctica sea más efectiva?
- Hay disparidad en el concepto de alumno, en un caso es reproductor de contenidos, pautas y límites, en el otro, es sujeto que ve preservada su dignidad como individuo participativo, capaz de generar sus propias creaciones.
- Hay disparidad en la motivación. Bajo un enfoque se dan los primeros pasos del control y la manipulación «se hace así y porque yo lo digo», en el otro, las actividades están diseñadas para que el niño pueda resolver los problemas educativos a través de cambios en las habilidades, involucrándose, viéndose a sí mismos como investigadores, aprendiendo con y de las acciones. Logrando desarrollo personal integral.

Mimamadrid tiene una estructura muy sencilla, es una espiral de exploración en todos los órdenes, en la que el niño planea, actúa, manipula, replanifica, preocupándose de varios problemas al mismo tiempo para tener una perspectiva amplia, diversa, de una misma realidad. Se cimienta en aventuras y se desarrolla en función de los interese infantiles.
Proceso del trabajo basado en proyectos
Descubrir «el objeto temático». En cada aventura nos centramos en un ámbito Literatura, Personas, Música, Pintura, Naturaleza. No solo vamos a entrar en contacto con ellas, pretendemos hacerlas nuestras para ver de qué manera podemos intervenir para mejorar la interacción. La Literatura, la Música… están ahí ¿cómo podemos percibirlas, cómo son de importantes para nosotros y por qué los son? ¿Qué podemos hacer para vivirlas y que sean un aporte que nos ayude a desarrollarnos y crecer?
Construimos el plan
En la primera edición tuvimos dificultades. La ciudad, que es el ámbito en el que nos vamos a mover para aprender, no nos lo pone fácil. Los niños del Primer Ciclo de Infantil están poco contemplados, los espacios están diseñados para actividades lúdicas en familia, parece que las escuelas no hemos necesitado de entornos reales para optimizar las metodologías. No queremos espacios en los que la opción sea la pasividad, buscamos espacios en los que haya recursos, que permitan acciones. MimaMadrid es nuestra ciudad, no es una ciudad insípida. Queremos que sean acontecimientos importantes para los intereses y actitudes de los niños.[/li]
Acción
Para Infantil la acción es aprendizaje. No nos olvidamos de que los niños aprende con todos los sentidos, despreciar canales es un reduccionismo del que hay que huir. Oler, escuchar, ver, tocar, degustar, hacer músculo cerebral, vías para sentir y conocer.
La escuela es otro gran reduccionismo, limitada a los medios que reproducen realidades y las capacidades creativas del educador.
MimaMadrid es un primer plano de vida, nos trasciende, es entorno real. Nos movemos, visitamos y palpitamos con la ciudad, sin cortapisas, con toda la libertad que nos permite cada escenario.
Y vamos a recoger datos, sin lapiz ni papel, con los registros de una mirada atenta y respetuosa del educador. Nos centramos en lo que es significativo para los niños porque sabemos que aquello que acapara su atención es sinónimo de interés, la puerta grande para mantener el esfuerzo en seguir conociendo y aprendiendo.
Con el lenguaje de los niños, el no verbal, el emocional, volvemos al aula, cargadas de preguntas. Las cuestiones sobre las que vamos a actuar.
Sucesos, cambios, anécdotas, relaciones, todo cuenta, todo lo que nos vale; es lo que ha animado a los niños y es en lo que nos centramos de vuelta en la escuela. Una escuela laboratorio en la que con todos los recursos al alcance procesamos y recreamos los datos de la realidad. Serán la arena, el color, los sonidos, el recurso digital, el papel, las masas, los aportes de las familias, de otros niños… las técnicas vivas para hacer nuestra la relación/combinación de todos los aspectos de lo investigado.
Control de datos del proceso de trabajo por proyectos
Y sí, también la valoración, sin ella no hay proceso flexible, perdería la oportunidad de mejorar mediante la modificación de todo aquello que no nos funcionó a través del tiempo o no fue válido para crecer y aprender. Así está planteado MimaMadrid, este artículo es el preámbulo. Estas reflexiones están construidas directamente de la experiencia de cuatro años de prueba y comprobaciónn en el aula del Primer Ciclo de Infantil.[/li] [/list_ordered]
Reuniremos conclusiones, interpretaremos las experiencias y compartiremos con todos vosotros, como siempre, este proyecto que pretende comprender la realidad para transformarla. Las familias de la escuela tienen su espacio, saben que su cooperación tiene sentido para nosotros, que el análisis y la integración de perspectivas alimentan al proyecto.
Vosotros, amigos y compañeros lectores, también nos hacéis falta, contamos con vuestras apreciaciones, espíritu crítico y aliento. Daremos cuenta de lo que se pretende, de lo que necesita un nuevo replanteamiento, de lo que se logra. Y este curso aún os vamos a necesitar más, aquejados de ese mal que comentaba de escasez de espacios en los que los niños no sean meros receptores, y sin embargo, en busca de entornos donde encontremos la armonía con estas finalidades, la colaboración y la cooperación serán aliados; visitaremos colegios de Madrid en los que vuestros alumnos y los nuestros tengan una oportunidad de compartir Literatura, Relaciones Personales, Música, Pintura y Naturaleza.
¿Te animas a implicarte?

Con esfuerzo, con ilusión, con aliento, empieza MimaMadrid ¡Feliz viaje educativo para todos!
Será una experiencia motivadora para todos que nos va a permitir conseguir los objetivos disfrutando, al mismo tiempo qué conocemos y aprendemos.
Vamos allá Macu 😉 Muchísimas gracias!